Los relatos de mis lágrimas.

El ultimo adiós.

...Y alli estaba yo una vez mas como tantas otras, pero tan diferente a las demas. El aeropuerto estaba lleno de personas que al escuchar a la mujer hablar por los parlantes dejaban de ser personas racionales y desevolucionaban a la fase de monos. Mi maleta iba liviana, no llevaba mucho, pero mi corazon iba pesado y lleno hasta el limite permitido por la razon humana.

Apenas recuerdo vagamente el dia en que llegue a este mismo aeropuerto. Hacia mucho frio y la niña que buscaba al chofer con un cartel con su nombre no se parecia en nada a la que estaba por irse devuelta a su hogar. Recuerdo que todo me parecia extraño y nuevo pero no me fue dificil adaptarme.

Mi primer año en la U fue uno de los mejores, en el que conoci a Sam y Tamar, mis mejores amigas, quienes me ayudaron a no sufrir tanto por la saparacion de mis padres y quienes siempre estuvieron ahi cuando las necesite. Ellas fueron como un milagro para mi vida, como angeles que cuidaron de mi cuales madres. Recuerdo que al pricipio teniamos cada una habitaciones separadas y que nos metimos en varios problemas por no dormir cada una en su respectiva cama. Pero despues de tanto insistir a los directivos, logramos que nos pongan en una haitacion juntas. Las noches de pelis y chocolate son algo que jamas olvidare, puesto que una de esas noches en las que nos embriagamos demasiado, terminamos en un salon de tatuajes tatuandonos la frase "Friends for ever" el el antrebrazo derecho de cada una.

Despues llego Kevin, el chico mas genial que he conocido. Famoso por tener la habilidad de hacer reir a cualquiera y alegrar el dia de todos. Pero tambien famoso (o solo para los que lo conocen realmente) por ser uno de los chicos mas sinceros y profundos que he conocido. Con el aprendi la importancia de los secretos y de cumplir los codigos de amistad no solo por obligacion, sino tambien porque si realmente alguien es tu amigo, simlemente no lo defraudas. Un dia, en clase de artes me tallo un dige para mi cadena en forma de luna en representacion de nuestra amistad y que no contariamos los secretos del otro a no ser que se lo permitier. Yo seguiria con mi juramento hasta la muerte, porque una promesa bien hecha, es una que jamas se rompe.

Durante mucho tiempo mi lista de amigos llegaba hasta alli, pero luego... luego aparecio Lukas, quien lo cambio todo. Lukas es de esos tios de los que, quieras o no, nunca olvidas y yo no tenia intenciones de hacerlo. Desde el momento en que derramo su jugo de naranja organico sobre mi blusa preferida senti algo dentro de mi (ademas de irritacion) que jamas antes habia sentido. Como si el destino huviera querido que nos conocieramos asi y no de otra manera porque sino seria diferente el sentimiento. La cosa es que comensamos a salir, solo para conocernos mejor y terminamos siendo novios a los pocos meses. El era de esos chicos que por fuera parecen seguros, engreidos y fuertes, pero por dentro son una persona sumanete dulce, sensible y cariosa. Una vez que habiamos ido a tomar helado al centro, me dijo lo que sentia por mi y me regalo una pulsera que el mismo habia hecho. Nunca huviera imaginado que Lukas se diera maña en tales cosas pero alli estaba yo esbozando una gran sonrisa diciendo que si y dejando que atara la pulsera en mi muñenca.

Si huviera sabido que pocos dias depues tendria que volver a mi hogar, nose si le huviera dicho que si a Lukas. No es que no quisiera ser la novia, sino que huviera sido mejor para todos que terminaramos siendo solo amigos para no tener que pasar por tantas discuciones que suenlen tener las parejas a punto de terminar. Pero a pesar de todo, yo aun lo amo y se que el tambien me ama.

La voz de la mujer en los parlantes me hizo volver a la realidad, debia abordar ya o perderia el vuelo. Tome mi maleta y comenze a caminar hacia el tunel antes de la entrada. Queria pensar en que ellos llegarian y me abrazaria una ultima vez. Pero se que no sera asi ya que todos trabajaban y no podian llegar tarde con la excusa de que fueron a despedisre de una amiga, pero los entendia, no querria que les dieran un sermon sobre la puntualidad por mi culpa. Guarde mi maleta en los estantes superiores del avion, tome mi celular y mis auriculares y me dispuse a escuchar musica para contener la lagrimas. No queria llorar, pero los ojos me ardian y mi corazon me decia que saliera de ese avion antes de que despegara, pero no le haria caso, no esta vez. Mi madre me necesitaba cerca suyo, y al ser hija unica no podia mandar a algun otro hermano en mi lugar.

Mire uno a uno el tatuaje, la pulsera y el dige y prometi para mis adentros jamas olvidarlos. No lo haria despues de todo lo vivido, despues de haber hecho de tantas locuras juntos y contarnos tantos secretos que quedarian bajo llave y candado hasta volvernos a encontrar. Reprimi un zolloso y le pedia a la azafa un vaso de agua. Bebi tratando de calmarme.

Espere unos minutos mas y la voz del piloto resonó por todo el avion. Dio los instructivos generales de vuelo y luego paso a hablar una azafata sobre como colocarse el cinturon de seguridad. Estaba por colocarme los auriculares cuando la voz del piloto nuevamente hablo por los parlantes tomandome por sorpresa. Generalmente el piloto no hablaba con la tipulacion a no ser que halla algun problema. Escuche espectante.

-Tengo un cominicado de ultimo minturo para la señorita Hallowey...-

Mi corazon dio un salto, y mis ojos se iluminaron.

-"Gracias por estos tres años llenos de aventuras, risas y llantos que nos brindaste. Esperamos que te vaya muy bien en tu hogar y a donde quiera que vayas. Nunca te olvidaremos y esperamos que tampoco nos olvides. Te amamos, Sam, Tamar, Kevin y Lukas"- Leyó el piloto con voz de poeta que alguna vez quiso ser - Vaya señorita que tiene grandes amigos. Y ahora si, comensaremos el despegue...- Yo ya no contenia las lagrimas y mis labios esbozaban la sonrisa mas grande que pudiera existir. No podia creer que ellos hubieran hecho tal cosa para que pueda escuchar sus palabras antes de irme a pesar de que no pudieran estar aqui y juro que algun dia les diria lo feliz que me hicieron al hacerlo. Con mis megillas aun inundadas en lagrimas escribi un mensaje antes de que mi celular se quedara sin señal.

-Jamas los olvidare, y juro volvernos a encontrar. Los amo-...