¿Por qué de todas las personas que trabajaban en aquel lugar, le tenía que tocar con Lee Hongbin? Quien al parecer estaba igual de consternado que Sang Hyuk al escuchar tremenda confesión de parte de Hak Yeon. Si bien, parte del programa de apoyo que ofrecía la institución, era tener a un mentor quien estuviera en los momentos difíciles del tratamiento, todo con tal de dar aliento y ánimos al enfermo para que no declinara de seguir adelante — cosa que le había parecido a Sang Hyuk algo realmente desinteresado y verdaderamente benéfico para todo aquel que se encontrara en una condición parecida a la suya—, ahora lo vía como algo hecho a la fuerza. La razón principal, el hecho de que, de todos, precisamente fuera su "mentor" a cargo Hongbin, a quien por cierto no le había sentado nada bien la idea tampoco, ya que según las palabras del menor: esperaba no volver a verlo nunca en su vida.
— Estás bromeando, ¿verdad? — le preguntó sin entender a su moreno amigo, halándolo de un brazo, para hacerlo a un lado.
— Claro que no, además fue tu idea involucrarte en el proceso ¿Qué ya se te olvido?
— No, pero...
— Tranquilo, que todo saldrá bien... — dijo alegremente Hak Yeon, regresando al lado de Taek Woon, a quien terminó por tomar del brazo en una acción que no pasó desapercibida por Jae Hwan — Hasta luego Hyuk.
Tanto Jae Hwan como Sang Hyuk los vieron alejarse, mientras eran seguidos por Hongbin, quien parecía algo confundido por lo que acababa de pasar.
— Vámonos de aquí, Jae — pidió Hyuk con fastidio en cuanto los perdió de vista tras cruzar las puertas principales del edificio.
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La cita que le habían programado estaba fijada para el viernes, día que acababa de comenzar de mala manera. Won Sik tuvo que golpear fuertemente la puerta de invitados para que su hermana se dignara a salir de la misma habitación.
—... Yang Mi, por favor, no hagas esto más difícil y termina tu desayuno ¿quieres? — Won Sik pidió al notar como su hermana jugaba con la comida.
— ¿Y tú quieres por favor dejar de tratarla como si tuviera cinco años? — dijo una segunda voz femenina en la habitación.
Won Sik se giró sorprendido al reconocer aquella voz, y no dudó en levantarse de su lugar en la mesa del comedor de su departamento, para saludarla.
— ¡Young Mi! — gritó entusiasmado al ver a su otra hermana, abrazándola.
— ¡Oppa! — dijo la recién llegada, burlándose de Won Sik al saberse mayor por un año.
Yang Mi miraba la escena enternecida, pero al mismo tiempo no pudo evitar interrumpir la misma al sentir nuevamente náuseas, entonces la felicidad fue filtrada una vez más dentro de la familia Kim, razón por la cual alguien debía de pagar...
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Y la cosa se nos complica queridos lectores.
Hasta la siguiente actualización 😘💖