—... Lamento el retraso... — dijo Hongbin tras entrar al cubículo. Tomó su lugar tras el pequeño escritorio y una vez que abrió el expediente de Sang Hyuk, trató de sonar lo más profesional posible cuando levantó la mirada — me alegra saber que estas aquí.
— Pues yo no — respondió a la defensiva Hyuk.
— ¡Hyuk! — gritó Jae Hwan cual madre regañando a su hijo.
Hongbin respiró con profundidad cerrando los ojos al mismo tiempo, contó hasta diez y volvió a intentarlo una vez más.
— Escucha Hyuk, sé que no te agrada nada el que yo sea tu mentor, pero creo que deberías de tomar las cosas con calma ¿no crees? — comentó conciliador al darle un vistazo rápido a Jae Hwan.
— ¿Con calma? ¡Claro! — Hyuk ironizó, haciendo el gesto incluso con las manos.
— ¡Bueno, ya! ¡Deja de comportarte como un niñito mimado y compórtate como un hombre! — gritó de pronto Hongbin golpeando la mesa en el proceso, acción que les provocó un gran susto a los otros dos presentes.
Al final Jae Hwan terminó por salir del cubículo en cuanto las preguntas personales comenzaron, comenzó a vagar de nuevo por los pasillos hasta que una peculiar silueta lo hizo detenerse.
— ¿De nuevo estas caminando por todo el lugar? — Taek Woon preguntó.
— ¡No!... — respondió defendiéndose — Bueno, tal vez...
* * *
Explicarlas sus opciones como futura madre a Yang Mi, era algo de Hak Yeon hacía prácticamente a diario, el protocolo era bastante sencillo, a decir verdad, sin embargo, el que un par de penetrantes ojos no dejaran de obsérvalo a detalle, le hizo la tarea un poco más difícil.
—... La llevaré al baño, ¿te veo abajo? — comentó Young Mi antes de retirarse con su hermana gemela hacia los sanitarios.
— Seguro — respondió Won Sin aun sentado en el pasillo.
El pobre sentía que la cabeza le iba a estallar de la preocupación, no solo tenía a sus dos hermanas viviendo consigo, sino que, sumado a eso, su hermana Yang Mi se aferraba a no decir el nombre del padre de su hijo. Won Sik quería buscarlo para partirle todos los huesos del cuerpo por no hacerse responsable, pero entonces recordaba las palabras de Hak Yeon, y eso lo hacía sentirse de buen humor y mal al mismo tiempo.
— ¡Ahhh! Soy el peor hermano del mundo — se dijo a si mismo a modo de regaño, en el preciso momento en el que Hak Yeon salía de su despacho para una nueva consulta.
— No creo que seas el peor hermano... — comentó, pero al tener el otro los ojos cerrados, se sobresaltó al escucharlo — Lo siento, no quería asustarte.
Ligeramente avergonzado por aquella acción, Hak Yeon se sentó a su lado y sin darle mucha importancia a lo que estaba por hacer, tomó la mano derecha de Won Sik acariciándola en un acto conciliador.
— Escucha, sé que una noticia de ese tipo es algo difícil de procesar, especialmente por lo que representa, pero te pido que tengas paciencia con ella... Además, de verdad creo que eres un buen hermano, la estas apoyando acompañándola y eso ya más de lo que hacen algunos familiares, créeme porque no sabes el tipo de casos que me ha tocado supervisar.
Won Sik escuchó atento a Hak Yeon, sin embargo, el comenzar a perderse entre aquello sinceros ojos, tuvo que parpadear alejándose de él rompiendo el ambiente que sin querer se había formado.
— Gracias por todo...
— Hak Yeon, así es menos formal ¿no crees?