Suéter

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Sang Hyuk no era del tipo que se acobardaba fácilmente, él siempre sabía lo que quería y estaba muy seguro, cuando se hablaba frente al espejo que las cosas mejorarían, así de seguro era. Sin embargo, después de aquella noticia que lo hizo cambiar su vida en un giro de 90 grados, ya no estaba seguro a veces, ni de qué día era. Aunque una de las razones era el futuro que le deparaba llevando una enfermedad de la cual aún no se encontraba cura, la principal razón tenía nombre y apellido. Cosa que lo desquiciaba a niveles que jamás pensó sentir.

Con el corazón palpitándole al máximo respondió con un escueto "por supuesto que puedes llamarme", y entonces espero cual colegial a la espera de la persona que le gusta aquella llamada, más ansioso de lo que realmente quería aceptar.

—... Lamentó molestarte, pero... — Hongbin añadió después de un simple "hola" que Hyuk también devolvió de la misma forma.

— No es ninguna molestia — Hyuk lo interrumpió.

— Bueno, es que dejaste olvidado tu suéter, aquí en mi oficina — comentó con voz tranquila Hongbin tras la otra línea, aunque por dentro estaba igual o peor de emocionado que el contrario.

— Ah, supongo que tendré que recuperarlo en la próxima sesión ¿no te parece?

— Si, yo lo vigilaré por ti, ya sabes, para que nadie intente llevárselo o algo así.

— Me parece bien, porque en todo caso sería tu culpa si algo le pasara.

— Te prometo que cuidare bien de él, hasta que regrese a ti...

Aquella conversación parecía una sin sentido alguno, pero tras esa supuesta preocupación por un suéter inexistente, la verdad es que ambos estaban disfrutando enormemente el poder tener una nueva oportunidad de hablar, especialmente si se ponía como metáfora de un suéter, los besos que se habían dado en la oficina de Hongbin aquel día.

Hyuk había llegado puntual, esperando tener una plática mordaz con él como solía hacer prácticamente desde que lo conoció, pero cuando las cosas se volvieron hacía él, en un tinte demasiado personal, la vulnerabilidad que siempre intentaba proteger quedó expuesta para el mayor, quien sin saber bien lo que estaba haciendo, terminó conduciéndose por su instinto, besando a Hyuk para impedir de esa manera que saliera corriendo como solía hacer casi siempre.

¿Había sido arriesgado? Por supuesto que sí, y no solo en el sentido de que estaba totalmente prohibido, tener cualquier tipo de relación sentimental fuera de lo establecido en el reglamento de trabajo de la institución True Life, sino incluso para Hongbin, quien no había salido con nadie en un largo tiempo como mecanismo de defensa, era como romper sus propias reglas pre-establecidas para no terminar dañado de nuevo, pero Sang Hyuk lo valía, podía verlo y después de sentir como correspondía a sus besos, también lo sintió.

— Entonces, ¿te veo mañana?

— Claro, ahí estaré sin falta...











































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Espero que con este capítulo ahora si haya quedado más claro de quien estaba hablando en el anterior.

Hasta la siguiente actualización.

I'm Not Broken [HyukBin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora