El profesor de Pociones

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-Mmmmm, vaya-Remus miró a los merodeadores 2.0 con una mueca.

-El profesor de pociones-Continuó después.

Los del futuro hicieron una mueca.

-El molesto profesor de pociones-Murmuró Luke.

Harry lo miró, aunque le había contado la verdad de la historia de Snape, él sabía que Luke nunca pudo perdonarlo, incluso sabía del odio que le tenía, pero en parte no podía culparlo, aquello que le había hecho había sobrepasado el límite.

-Cómo voy a odiar este capítulo-Se quejo Emily.

-Y no eres la única-Le apoyo Alice

-¿Son ellos?

-¿Viste la cicatriz del chico?

-¿Crees que lo recuerden?

Los murmullos persiguieron a los mellizos desde que habían salido de sus habitaciones la mañana siguiente.

Los alumnos que esperaban fuera de su clase se ponían de puntillas para alcanzar a verlos cruzar por los pasillos, e incluso habían llegado a chocar con ellos "accidentalmente" solo para verlos mejor.

Harry deseaba que no lo hicieran

Harry y Emily asintieron totalmente de acuerdo.

-Me imagino que se debe sentir-Susurró Lily.

Porque él intentaba concentrarse para encontrar el camino a clases. En Hogwarts habían 142 escaleras, cosa que había escuchado decir por una niña de su edad de cabellos castaños, algunas eran amplias y despejadas otras estrechas y destartaladas. Algunas llevaban a un lugar diferente cada día. Otras tenían un escalón que desaparecía a mitad del camino y tenías que recordarlo para saltar.

Neville resopló recordando aquello.

Después había puertas que se abrían, solo si se lo pedías amablemente o le hacías cosquillas en el lugar exacto, o puertas que en realidad eran solo una parte sólida de la pared, fingiendo ser puertas. También era muy difícil poder recordar todo, las cosas parecían estar cambiando continuamente, los cuadros se visitaban unos a otros y Harry estaba seguro de que las armaduras podían andar y que se escabullían de un lugar a otro.

-Los primeros días siempre te vuelves loco en eso-Se quejo Sirius.

Los fantasmas tampoco ayudaban.

No era muy agradable que alguno se traspasara de repente de alguna puerta que querían usar, aunque Nick siempre se sentía contento de señalarles el camino a los Gryffindor desorientados. En cambio Peeves era todo un problema, él se encargaba de fastidiar a todos poniendo puertas cerradas y escaleras con trampas en el camino, haciendo así que llegar a clases fuera casi imposible.

-Por eso no llegue como a cinco clases una semana-Dijo Canuto

-Eso fue la semana pasada-Dijo James con una sonrisa burlona.

Canuto sonrió inocentemente.

-Cuesta acostumbrarse-Se excusó.

Pero aún peor que Peeves era el celador. Argus Flitch. Los mellizos y sus amigos se las encargaron para chocar con el en la primera mañana.

-Ufff, tienen tu suerte cornamenta-Dijo Canuto.

-Una peor-Se quejó Luke.

-Tampoco es tan mala-Harry fingió estar ofendido.

Leyendo "Los mellizos Potter y la piedra filosofal"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora