Norberto, el ridgeback noruego

2.9K 170 289
                                    

Sin embargo, Quirrell debía de ser más valiente de lo que habían pensado. En las semanas que siguieron se fue poniendo cada vez más delgado y pálido, pero no parecía que su voluntad hubiera cedido.

–Inocentes–Regañó Alice negando con la cabeza divertida.

Pensó que la imagen tan vulnerable de Quirrell y la imagen tan tenebrosa de Snape los había engañado.

Cada vez que pasaban por el pasillo del tercer piso, los chicos apoyaban las orejas contra la puerta, para ver si Fluffy estaba gruñendo, allí dentro. Snape seguía con su habitual mal carácter, lo que seguramente significaba que la Piedra estaba a salvo.

–O simplemente significaba que continuaba siendo Snape.

Cada vez que Harry y Emily se cruzaba con Quirrell, le dirigía una sonrisa para darle ánimo, Ron y Alice les decía a todos que no se rieran del tartamudeo del profesor.

–Me siento completamente orgulloso de no haber sido parte de ello–Les dijo Luke en voz baja para molestarlos.

Los demás lo miraron con molestia.

–Me siento estafada–Dijo Emily haciendo una mueca.

Hermione, sin embargo, tenía en su mente otras cosas, además de la Piedra Filosofal. Había comenzado a hacer horarios para repasar y a subrayar con diferentes colores sus apuntes. A los demás eso no les habría importado, pero los fastidiaba todo el tiempo para que hicieran lo mismo.

Lily, como con la mayoría de las cosas que decía Hermione, estuvo de acuerdo.

–Hermione, faltan siglos para los exámenes.

–Diez semanas–replicó Hermione–Esos no son siglos, es un segundo para Nicolás Flamel.

–Pues adivina que, ¡No somos Flamel!–Se quejó Alice de mal humor.

Alice rió.

–Sigo pensando lo mismo–Dijo encogiéndose de hombros–Nos esforzábamos demasiado.

Y todos estuvieron de acuerdo, incluso Hermione, estaba segura de que no todos los estudiantes luchaban por su vida, resolvían misterios, salvaban personas y, al mismo tiempo, estudiaban.

–Exacto, nosotros no tenemos seiscientos años —le recordó Ron—. De todos modos, ¿para qué repasas si ya te lo sabes todo?

—¿Que para qué estoy repasando? ¿Estás loco? ¿Te has dado cuenta de que tenemos que pasar estos exámenes para entrar en segundo año? Son muy importantes, tendría que haber empezado a estudiar hace un mes, no sé lo que me pasó...

–La piedra filosofal les pasó–Murmuró Lily molesta–No deberían meterse en esas cosas.

A Harry le fue imposible no pensar en ella.

Y cuando la vió caer entendió por fin lo que había querido decirle horas atrás "Porque somos niños en una guerra de adultos"

–Está bien, Harry–Le dijo su melliza–Esta bien.

Pero Harry no estaba bien, se había enredado de nuevo en un sin fin de recuerdos.

–¡Harry! Harry voy a matarte, ¡el agua está helada, mentiroso!

Ella rió y Harry rió con ella. Entonces ella lo empujó al agua y lo último que escuchó antes de que su cabeza se hundiera por completo fue su risa, el sonido de su cálida y escandalosa risa.

Leyendo "Los mellizos Potter y la piedra filosofal"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora