Leyendo "Los mellizos Potter y la piedra filosofal"

Fred y George Weasley

Dos encapuchados pasaron al frente.

-Yo soy Feorge-Dijo un encapuchado y se señaló.

-Y yo soy Gred-Dijo el otro haciendo lo mismo.

-Y somos los gemelos Weasley-Dijeron ambos quitándose la capucha, dejando ver a dos chicos pelirrojos de ojos azules.

-Digan sus nombres bien-Gritaron los encapuchados.

-Hay pero que genio-Dijeron ambos fingiendo indignación.

-Bueno yo soy Fred Fabián Weasley.

-Y yo soy George Gideon Weasley.

-Ohhhhh, gracias Molly, los llamaste como nosotros-Dijeron los Gemelos Prewett.

-Oh créanme nos parecemos mucho a ustedes-Dijeron con una sonrisa traviesa, lo que hizo que los gemelos Prewett y los merodeadores sonrieran orgullosos.

-Bueno, entramos al equipo de Quidditch-Dijo Fred

-Cómo golpeadores-Dijo George.

-Fuimos de los mejores bromistas de Hogwarts.

-Le sacamos muchas canas a Minnie

-Abrimos una tienda de bromas.

-Esos son mis sobrinos-Gritaron los gemelos Prewett mientras Molly negaba divertida

-Y bueno, yo tengo novia, muy hermosa-Dijo Fred con una sonrisa embobada.

-Cada vez te pierdo más Freddie-Dijo George limpiándose una lagrima falsa

Las risas estallaron en el gran comedor.

Fred y George, se miraron y asintieron al mismo tiempo.

-Bueno, querremos agradecerles a unas personas, que seguramente están aquí.

-Porque fueron nuestra inspiración, y nos ayudaron con nuestras travesuras en Hogwarts.

-Son nuestros ídolos.

Ambos asintieron de nuevo y dejaron caer unas bombas de color, haciendo se se proyectará en el aire las palabras "Gracias Lunático Canuto y Cornamenta, por darnos inspiración con su gran creación El Mapa del Merodeador"

James y Sirius se pararon en la mesa y empezaron a bailar.

-Lo hicimos, lo hicimos, el legado continúo, lo hicimos, bromistas, lo logramos.

Muchos chicos rieron por el baile que los merodeadores habían hecho, Remus solamente sonreía y reía, segundos después se unió al baile del merodeador, junto con James y Sirius, causando sorpresa en muchos estudiantes.

Dos encapuchados se miraron entre ellos y sonrieron con melancolía y nostalgia. Sería poco decir que ellos extrañaban esos tiempos, o mejor dicho a aquellas personas, la guerra es la peor cosa qué pasa en el mundo, separa familias, hogares, rompe corazones y mata sueños, a ellos les quitaron una persona, una persona que nunca olvidarían.

Muchos del pasado y del futuro no entendían del todo lo que estaba pasando, miraban entre extrañados y divertidos la escena.

Fred y George fueron a abrazar a sus papás y a sus tíos para luego sentarse junto a los merodeadores, preparando su próxima broma.

-Bueno chicos creo que han sido muchas presentaciones por ahora, que les parece si nos sentamos a comer y después seguimos con esto.

-Me encanta la idea profesor, la comida es lo más importante-Dijo Sirius, a lo que un encapuchado que amaba el pollo asintió de acuerdo.

Dumbledore sonrió y con un hechizo hizo aparecer una larga mesa para los encapuchados y después, la comida apreció en las seis mesas del gran comedor.

La comida transcurrió entre risas planes y bromas en cada mesa, pero había una persona en especial se encontraba un tanto nerviosa, la encapucha de al lado al notar su tensión le sonrió.

-¿Qué crees que hagan cuando se enteren? No creo que se lo tomen muy bien.

-Estará bien ya verás.-Le sonrió.

-Si, estará bien-Repitió no muy convencido.

Cuando la comida acabó Albus Dumbledore desapareció la mesa y luego dijo.

-Bueno creo que sigamos con las presentaciones, ¿Quien sigue?

Los encapuchados se empezaron a ordenar en fila de nuevo y uno dio un paso adelante.

-Yo soy...