Corría por los jodidos pasillos de aquel lugar que odiaría si no fuera porque es el único lugar donde podía verte con más libertad. Mi cabello — ya un poco húmedo por el sudor — se pegaba a mi frente y lo odiaba.
Realmente lo odiaba y lo sabías; es por eso que cada mañana me llamabas en mil ocasiones si era necesario para despertarme a tiempo, pero nunca lo hacía, solo fingía hacerlo.
Y así la historia de mi vida se repetía; levantarme en la hora incorrecta, darme una ducha rápida, vestirme mal en tiempo récord y técnicamente salir corriendo hacia el colegio.
Pero no lo sabes — o quizá si — que cada vez que llegaba a la puerta del salón como en esa ocasión y tú me mirabas con esa carita hermosa de fingida molestia, hacías que mi corazón se agitara de una manera inigualable.
Realmente lo hacías, Wonho.
No se si notaste alguna vez el rubor en mis mejillas pero la respiración acelerada tampoco era por el cansancio de una agitada mañana de mi mala rutina.
Eras tú.
Y esa vez al igual que las cientos de veces que pasó, sonreíste.
Y descolocaste mi corazón.
ESTÁS LEYENDO
SCENT
FanfictionTu aroma inundó mis fosas nasales y nunca antes me sentí tan vivo como en ese momento.