•La niñera•
—Espera—Dijo él y me siguió—. _______(TN) espera.
—¿¡Qué!?-Casi grité.
—Creo que hay algo aquí que yo no sé—Murmuró—. ¿Me vas a decir qué es?
—Sabes perfectamente lo que es.
—Creo que no lo sé, no me vendría mal que lo dijeras.
—Sé lo de la apuesta, Tristan—Solté, fue como vómito verbal, no debió haber salido de mi boca, pero no lo pude evitar. Tristan me miró sorprendido.
—¿Cómo te enteraste?
—¿Qué importa?—Dije riendo sin ninguna pizca de humor.
—_______(TN) no entiendes, deja que te explique…
—No tienes absolutamente nada que explicarme, Tristan, ya sé la historia.
—¿Hace cuánto lo sabes?
—Lo supe lo suficientemente tarde como para que no me sirviera arrepentirme de mis actos—Dije y subí corriendo la escalera, me metí a mi cuarto dispuesta a cerrar la puerta, pero Tristan no me lo permitió y solo la cerró cuando él estuvo dentro—. ¡Salte de aquí!
—Deja que te explique, _______(TN), por favor.
—¿Qué quieres explicarme, Tristan? ¿Lo mucho que te divertiste usándome?
—________(TN) es cierto, lo de la apuesta, pero me gustas, en serio me gustas.
—Si de verdad te gustara no me habrías usado—Espeté, dolida.
—________(TN) no te he usado.
—Te escuché hablando con Ryan hoy, acerca de que tenías que acostarte conmigo por una apuesta, tu celular se quedó encendido y escuché todo, pero no es tan malo que haya pasado, porque al menos ahora tengo una excusa para decirte que vuelvo con Alex.
—¿Te dignaste si quiera a escuchar toda la maldita conversación?
—¿Para qué? Ya sabía todo lo que tenía que saber.
—¡No es cierto! No lo sabes, Ryan me preguntó de la apuesta, le dije que sí, que me había acostado contigo, pero le dije que se olvidara de la apuesta, aunque yo hubiera ganado, porque era lo que menos podía hacer. Te juro que ni siquiera me acordaba de la bendita apuesta hasta que él me la recordó hoy.
—¿Y tengo que creerte eso?—Pregunté sarcástica.
—_______(TN)—Gimió angustiado—. Si no fuera verdad solo me habría acostado contigo y ya, te pedí que fueras mi novia, ¿Sabes cuántas veces he dicho eso en mi vida? ¡Ni una maldita vez desde que tengo 14 años!
—Quién sabe, podría ser por cualquier razón porque te encanta usar a las personas.
—No es cierto, ________(TN), no uso a las personas, tienes un concepto totalmente errado de mí.
—Claro.
—No necesitas una excusa para irte con Alex, supongo que sabes eso—Dijo con tono neutro, yo lo miré intentando descifrar qué era lo que su mirada escondía.
—Ya sé.
—Vale, solo quería aclarar eso, no te he usado, ________(TN)—Se mordió el labio y levantó su mirada del piso—. Estoy enamorado de ti, ________(TN), aunque no lo creas, pero si tú no lo estás no hay absolutamente nada que yo pueda hacer al respecto más que dejarte en paz.
Dicho esto él salió de mi pieza, dejándome con la boca completamente abierta, me esperaba de todo menos que él me confesara que estaba enamorado de mí, el caso era que yo también lo estaba de él, y quise bajar corriendo las escaleras a decírselo, pero había un problema.