Parte 13: Haciendo alianzas

60 10 0
                                    

CASSIE 

Ese era mi fin. 

Lo sentía. 

Había corrido a toda velocidad hacia las armas que habían sido colocadas en el centro del campo apenas sonó el cañón que indicó el inicio de los juegos. Siempre mi instinto me decía que busque armas, que no me quede sin un medio por el cual podría defenderme, y ahora mi vida prendía de un hilo transpartente que iba a ser cortado en cualquier segundo por esa opción que había elegido. Por la opción más peligrosa. ¿Por qué no corrí al bosque o me fui hacia las inmensas aperturas de la muralla de piedra donde Thomas y Edmund habían corrido? ¿Por qué me enfrenté sola a Carl? ¿Por qué no me largué de ahí? 

Para llegar en la posición que me encontraba, unos segundos antes de esconderme tras la cabaña hecha de palitos de madera alineados perfectamente en vertical, había tomado una pistola del centro donde estaban las demás armas, al mismo tiempo que Carl tomaba una similar a la mía. Nos quedamos observando por unos segundos, tratando de buscar en nuestras miradas si alguno dispararía primero, pero, al ver que él no lo haría, levanté el arma y la apunté en dirección a su corazón. 

- Retrocede - le advertí, al mismo tiempo que cargaba la pistola - Suelta el arma y retrocede antes de que te dispare -. Dichas estas palabras, Carl soltó su arma mientras se alejaba poco a poco del suelo para quedar de pie. 

- No quiero hacerte daño... - su voz sonó algo nerviosa, como si en serio lo estaba diciendo y sólo quería tratar de hacerme entrar en razón, lo que era poco posible para mí ya que yo solía ser una chica que se alteraba en cualquier situación que ponía mi vida en peligro y haría lo que fuera por no salir herida - Tranquila, yo no soy de los malos... 

Lo miré, como si en serio él creía que yo iba a tragarme eso. 

- No puedes probarlo... 

- No - negó ligeramente con la cabeza - pero tú sí. Puedes conocerme, dame una oportunidad, podemos ser aliados, si me matas, no te serviría de nada, uno no puede sobrevivir solo en estos juegos, lo sé, yo supe cómo trabajar con extraños con el tal de que yo y mi familia podamos seguir adelante y, al final, terminamos siendo más aliados, formamos una nueva familia - sus palabras no me convencían del todo, no podía confiar en un extraño, es decir, ¿cómo podía hacerlo? Al final, uno tendría que matar al otro para sobrevivir, porque solo uno saldría de estos juegos, y yo tenía la mejor intención de hacerlo aunque eso implica que tenga que matar a alguien, aunque Carl sea un chico de mi edad y no prestara gran amenaza, no quería ser yo la que lo matara, porque él dijo que tenía una familia, ¿qué pensarían ellos de mí? Probablemente me odiarían, eso es seguro, y no quiero que alguien me odie por matar a su hijo, hermano o amigo, no me agradaría en lo absoluto. Pero, de cierto modo, Carl tenía razón, no podía estar sola en esto, necesitaba un aliado, y Carl se estaba ofreciendo a hacerlo, y prefería que sea él a que sea alguien peligroso y letal como un cazador o un semidiós. Rendida, alcé ambas manos a los costados de mi cabeza. 

- Bien, seré tu aliada - Carl sonrío, pero por un solo segundo - Lo haremos a mi manera, harás lo que te diga y si quiera veo un indicio de que eres peligroso, te dispararé, ¿de acuerdo?

- Seguro - asintió y, al hacerlo, con su ojo azul cielo que no estaba cubierto por una venda blanca, comenzó a analizar el campo - Hay que buscar un lugar para escondernos, ¿se te ocurre alguno? 

Seguí sus miradas, Carl observaba diferentes partes del campo, entre ellas estaban las cabañas, pero él nunca puso su vista en el bosque o en las aperturas de la muralla. 

- Podemos ir por el bosque... 

- No - negó, rechazando mi oferta - Hay que estar por el campo, el bosque puede tener animales o quizás pusieron criaturas peligrosas y sería más difícil enfrentarlos si estamos rodeados de árboles donde se podrían esconder fácilmente. 

The 76° Hunger Games (Multicrossover)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora