Un nuevo día, otro día en la preparatoria. La rubia caminaba por los pasillos como una nebulosa ignorante de todo su alrededor. La noche anterior no pudo conciliar el sueño, tenía demasiadas cosas en la mente, sobre todo la decisión de mantenerse al margen era lo que la tenía intranquila.
Ella no era de meterse en conflictos. Toda su vida la dedicó a cumplir únicamente con su trabajo y mantener un perfil bajo, pero esta vez era diferente porque se trataba de proteger a personas que le importaban lo suficiente como para querer intervenir. Porque sí, debía admitirlo, la híbrida se había encariñado con el Alfa gruñón. Y ya no solo se trataba de la promesa que alguna vez le hizo a Talia, porque al igual que con Alan y alguna vez con Marie, habían formado un vínculo que pocas veces se permitía dada a su desconfianza y paranoia, una que puede que le viniera de familia, pero no porque pensara que la traicionarían -que en cierta parte también- era el riesgo de encariñarse, de llegar a querer a alguien y luego perderlo.
Ya lo había vivido demasiadas veces a lo largo de los siglos, grandes amistades que se fueron formando y que al final siempre acaban en muerte; ya sea por su culpa, por actos del destino, o simplemente la vejez. Siendo inmortal es algo del diario vivir, pero no quita lo doloroso que puede llegar a ser. Y por supuesto, ahora no solo le preocupaban sus amigos, -si es que podían llamar así- sino también el chico raro de ojos avellana que era actualmente su mayor conflicto mental y que le provoca la seria necesidad de protegerlo a toda costa...
¿Pero valdría la pena? ¿Valdría la pena arriesgar tanto por personas a las que dentro de unas décadas serian solo parte de un recuerdo?
Por supuesto que no, no lo valía.
Sí, era una maldita perra egoísta por pensar así, pero ser buena y pensar en los demás no le ha traído nada bueno en el pasado y se juró a sí misma no volver a cometer esos errores.
Entró al salón química y se acomodó en uno de los mesones hasta final del aula, acomodándose junto a un moreno bastante guapo quien le sonrió como saludo. Segundos después entro la pareja de amigos, sentándose dos mesas delante de la rubia, quien mantenía una conversación con el moreno fingiendo no percatarse de su presencia. El de lunares se quedó un momento observándola, haciéndose cientos de preguntas sobre la misteriosa chica.
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SIPHON • Teen Wolf
FanfictionLos que nacimos con esta habilidad siempre fuimos despreciados y tachados como errores que no deberían existir. Las brujas no perdonan, y no tienen piedad contra nosotros por ser diferentes, por necesitar robar de alguien más lo que tuvo que haber e...