Los que nacimos con esta habilidad siempre fuimos despreciados y tachados como errores que no deberían existir. Las brujas no perdonan, y no tienen piedad contra nosotros por ser diferentes, por necesitar robar de alguien más lo que tuvo que haber e...
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Un par de días habían pasado desde que Milla le reveló su verdadera naturaleza a Isaac. El beta, al principio se había quedado en una especie de shock. No movió un solo músculo por lo que a la rubia le pareció una eternidad. Hasta que por fin explotó, negándose a la idea que eso podría ser cierto y que solo le estaba tomando el pelo.
Milla definió su reacción como "Un viaje a la aceptación express" Cada fase la pasó tan rápido que hasta le causó gracia. Aunque por un momento ella hubiera preferido que se hubiese quedado en shock, porque cuando al fin asimiló la noticia no se cayó en toda la noche. Los últimos dos días se las pasó solventando por encima todas las dudas del beta con respecto a los vampiros.
Le comentó sobre el enfrentamiento que tuvo con los Alfas horas antes de haberlo recogido esa noche bajo la lluvia. Le explicó la errónea idea que Derek tenía para poder protegerlo. Que ese era el verdadero motivo por el cual había decidido echarlo.
Isaac sintió un alivio agridulce al escuchar que la mercenaria que lo había salvado de los alfas y que él creía muerta, no lo estaba, pero si estaba desparecida. Luego de que Milla le haya dado de su sangre a la mercenaria ella se desmalló, y no le quedó de otra a la híbrida que llevarla consigo. La llevó a su apartamento para que estuviera a salvo mientras sus heridas se curaban y la sangre que le dio salía de su sistema. Estaba inconsciente, no era una gran amenaza. Pero al día siguiente la morena ya no estaba, y no había vuelto a saber de ella.
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–¿No les parece que esos dos han estado muy juntos últimamente? –cuestionó a sus amigos el de lunares.
Él observaba con recelo como a unos metros, Milla y Isaac charlaban entre risas y sonrisas. Sentía una opresión de incomodidad en su pecho, que mientras más los veía, más se incrementaba ¿celos? No, eso es imposible. Jamás lo admitiría.
–Eso creo. –respondió con desinterés la rubio-fresa al darles un vistazo y volver a su lectura.
