Los que nacimos con esta habilidad siempre fuimos despreciados y tachados como errores que no deberían existir. Las brujas no perdonan, y no tienen piedad contra nosotros por ser diferentes, por necesitar robar de alguien más lo que tuvo que haber e...
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–¿Qué? Pero... ¿Cómo...? ¡Milla! –Stiles gritó al verla correr por el pasillo, alejándose de ellos hacia quién sabe dónde.
Ambos amigos se vieron un segundo con confusión antes de pasar a la alerta y salir corriendo torpemente por la misma dirección en que segundos antes fue la rubia, llamando la atención de varios en el pasillo, incluyendo a sus amigos.
La siguieron hasta la biblioteca, específicamente en el área de informática, donde ella estaba haciendo uso de una de las computadoras.
–Puedes... expli explicarnos qué...está pasando... –habló Stiles jadeante, recargándose en el respaldo del asiento en el que Milla estaba, intentando recuperar el aliento.
–Uno: debes mejorar tu condición física. –reprochó, haciendo ahogar una carcajada a Scott que intentó disimularlo tosiendo, ganándose una mala mirada del humano. –Y dos, quiero asegurarme de que lo que sentí es verdad.
–¿Qué sentiste? –preguntó la banshee al llegar junto a ellos, seguida segundos más tarde de la cazadora y de Isaac.
–La cueva, en donde se supone estoy, luego que mis hermanos me abandonaran obligaron a una bruja a ponerle hechizos de protección y ocultarla el ojo humano. Solo una persona que ya estuvo ahí podría encontrarla. Cuando salí, desafortunadamente no podía levantar esos hechizos porque si volvían se darían cuenta. Así que los dejé tal y como estaban y solo agregué un hechizo sensorial... No como un detector de movimiento sino más bien como algo que me conectaba a la cueva, que me permitiera sentirla. –Contaba sin apartar su vista del monitor, escribiendo códigos sin parar. –Hace como cinco minutos sentí algo, algo malo y quiero saber que fue con exactitud.
–¿Y lo sabrás escribiendo códigos en la computadora? –preguntó Isaac con sátira.
Milla volteo sus ojos e ignoró el comentario de su amigo y siguió tecleando con rapidez hasta que una serie de ventanas se abrieron una tras otra en la pantalla. En cada una de ellas se mostraban videos de diferentes ángulos del mismo lugar. Una cueva.
–¿Cámaras? ¿enserio?
–¿Qué? ¿te sorprende? Estamos en el siglo XXI ¿Por qué he de privarme de las facilidades tecnológicas? A diferencia de mis hermanos, yo si las aprovecho.
