ELLOS ↳ Dotae

Lᴏs ᴠᴀʟɪᴇɴᴛᴇs

Mark siempre pensó que su padre era la persona más valiente en el mundo, tenía motivos para creerlo: enfrentaba a los monstruos del armario con tan sólo un palo de golf, prendía la estufa en un dos por tres sin parpadear y siempre cruzaba las calles con la seguridad que Mark aún no tenía. Su padre era el héroe de su vida, la persona que lo cuida día y noche desde que su madre falleció hace dos años.

— El papá de Jeno ya llegó, ¿Los vamos a invitar a comer helado?

— Um... parecen algo ocupados hijo, ¿Qué tal el viernes?

— ¡No! Siempre dices que los invitaremos y nunca vamos, ¿Te da miedo el Señor Kim?

Su padre dejaba de ser valiente cuando el papá de Jeno aparecía, evitaba mirarlos y se escondía, Mark supone que le tiene miedo aunque no lo entiende, pues las veces en que Mark está con Jeno jugando y el hombre llega a buscar a su hijo siempre le sonríe y le da algunos de los dulces que lleva en el bolsillo, Jeno habla muy bien de su padre además, dice que le cocina panqueques en forma de animales y salen a pasear casi todas las tardes, su amigo está emocionado porque su cumpleaños es la próxima semana y el señor Kim al parecer organiza muy buenas fiestas.

— ¿Quién me tiene miedo? —Kim Doyoung, el hombre que atemoriza a su padre, se acerca de la mano con Jeno, luciendo confundido y divertido por lo que escuchó.

— ¡Mi papá! —Exclama Mark señalando con su mano a Taeyong, quien sin poder creer que su hijo acaba de exponerlo frente al hombre del cual estaba ligeramente atraído desde el primer día de clases.

— No no, es sólo un juego entre Mark y yo. —Se apresura a decir el adulto.

— ¿Si? Menos mal, les venía a dar una invitación a la fiesta de Jeno, será en nuestra casa, se que él y Mark se llevan bien así espero verlos ese día. —Doyoung sonríe entregando una tarjeta de Spiderman.— Y si tienen algo de tiempo ahora, ¿Quieren ir por un helado? Jeno no deja de insistir en que debemos ir con ustedes.

Mark le contó a Jeno sobre los planes sin éxito de su padre de ir por helado, supone que su amigo le contó entonces al señor Kim. Su papá acepta, aunque parece que su rostro está algo rojo, Mark está feliz porque finalmente podrá comer en la heladería de la cual Jeno le habló tanto, mientras van en camino parece que el papá de Jeno y el suyo se hacen amigos, entonces escucha algo que no comprende bien.

— Mark le dijo a Jeno que te daba miedo invitarnos por un helado.

— No es eso, en serio. 

— Lo sé, pareces avergonzado cada que estoy allí, tendrás que esforzarte si quieres pedirme una cita.

Su papá tropieza y está tan rojo como una cereza, pero el señor Kim se ríe. Tal vez no era miedo después de todo.