Era un día cualquiera, uno que podría haberse perdido en la semana y que, de no haber sido por los eventos sucedidos, seguramente ni recordaría.
Era un sábado, julio 25, sucedió cuando él y Jeno regresaron de hacer las compras.
─ ¡Tardaron mucho! ─Mark llega corriendo y le quita las bolsas de las manos, Doyoung lo mira con una risilla sin entender esa actitud.
─ ¿Tarde para qué, Mark? ─Pregunta, no recibe una respuesta pero las risas y miradas cómplices de ambos niños le indican que algo está sucediendo a sus espaldas.─ ¿Tu papá no habrá vuelto a intentar atrapar a las ranas del patio, verdad?
─ No, pero me dijo que si lo hacía no te lo dijera. ─Es la contestación sincera del chiquillo, quien entonces sale corriendo de regreso a la puerta.─ ¡Vengan!
─ ¡De prisa papá! ─Jeno le va empujando también impaciente, ignorando las pregunta que Doyoung le hace en el transcurso.
─ Juro que si algo le ha pasado al jardín los voy a... ─Detiene sus pasos en seco al llegar al jardín, de todas las sorpresas que podía imaginarse, esta era la más impensable.
Su lugar de acampada está decorado con flores, muchos ramos blancos, globos de colores suaves y su pareja, su Taeyong, el hombre que ama, su presente y futuro, está de pie con aquella sonrisa nerviosa que a él le parece tan adorable. Se suponía que debía estar trabajando ahora, no en casa luciendo como un auténtico ángel.
─ ¿Pero qué sucede? ─El mayor le extiende un ramo de flores blancas que acepta en sus brazos.
─ ¿No adivinas aún? ─Taeyong toma una de las manos del pelinegro, acariciando el dorso toma aire y le mira con el sol en sus ojos.─ Te lo diré: Kim Doyoung, solía pensar que no sería capaz de sentir amor nuevamente, pero me hiciste despertar, me has dado día tras día la oportunidad de estar no sólo a tu lado, sino también al lado de Jeno, ustedes nos han dado el calor de una familia. ─Mira brevemente a los dos niños, quienes les sonríen y saludan con emoción un poco alejados.─ De verdad no puedo imaginarme otro camino que no sea este, en donde no podamos verlos crecer juntos, en donde no estés junto a mi para tomar tu mano , así que...
Los ojos de Doyoung arden, si antes tenía dudas estas se esfuman cuando la rodilla del hombre al que ama toca el suelo. Jeno y Mark llegan corriendo al lado de ellos y el pequeño Lee le da a su padre una caja de terciopelo rojo.
─ Quisiera ver las estrellas contigo todas las noches que estemos juntos, para recordarte que te amo tanto, o aún más, que todas ellas. ─La caja se abre, la sortija brillante reluce casi tanto como la felicidad en los ojos de ambos.─ Doyoung, ¿Te casarías conmigo?
¿Había necesidad en serio de preguntar?
─ Si. ─Responde riendo, feliz, extasiado, nervioso, repleto y desbordante de amor.─ Si, por supuesto que si, Taeyong.
Los niños no esperan más y gritan emocionados, los empujan para que se abracen y les dicen que no lloren. Pero ellos lloran de todos modos, incapaces de ocultar lo que sus corazones gritan. Se aman y están preparados para hacerlo unidos el resto de sus días.
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¿Oyen las campanas de boda?
¡Faltan solo cinco capítulos más! Me siento muy emotiva. Gracias por leer y el buen recibimiento de este fic, ojalá que hasta el último capítulo lo disfruten.
Nos vemos pronto ~
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ELLOS ↳ Dotae
FanficTaeyong es padre de Mark. Doyoung es padre de Jeno. Estos son pequeños momentos de sus vidas una vez que cruzan caminos. ꒰ Dotae ꒱ ❏ Capítulos: 30/30 » ❏ Género: Fluff ⋄ Familiar ⋄ Drabbles ❏ Advertencias: No ⊱ Inicio: 190519 ⊰ ⊱...