Cap 7

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"Discusión amistosa"

_¿Hijo mío te encuentras bien?-su voz calmada pese a la preocupación era característico del anciano-

_Me encuentro aquí con usted sensei-respondio la rebelde tortuga con demasiada ironía en su voz preparándose mentalmente para los reclamos y absuderias de su maestro-.

_Es bueno saber que tu humor no fue dañado-dijo casi con una sonrisa el roedor-Leonardo me contó de tu osadía al intentar enfrentar al clan enemigo por cuenta propia. Es un terrible error y veo que pagaste las debidas consecuencias por ello.

El menor miro fijamente a su líder con el ceño entre fruncido reprochandole por la estúpida mentira que le dio a Splinter. Y aún así no entendía del todo o nada porqué él lo había hecho ¿Que ganaba con protegerlo?.

_Donatello por la gravedad de sus heridas ¿Cuánto tiempo debería permanecer Rapahael en reposo?-hablo con tranquilidad el mayor acariciado su longeba y canosa barba-.

_Tres o más días Sensei. . .-comento algo incrédulo de la situación observando su diagnostico en el intento de planilla que tenía con una mueca atenta-.

_¡¿Que?! Esto es ridículo yo no--!!-reclamo a gritos el de bandana roja, se sentía terriblemente mal por el insoportable dolor y sobre todo por la vergüenza de lo humillante de la situación, pero que lo dejaran sin salir por una tontería tan grande no podía evitar el quejarse a volúmenes que romperían los tímpanos de cualquiera.

_Tu no pensaste bien las cosas y este es tu castigo, tus hermanos estarán a tu cuidado y tienen prohibido dejarte salir de la guarida-el roedor apoyo suavemente un brazo sobre el vendado hombro del menor y lo retiro al recibir un manotazo de este-cuando termines de gritarles eres bienvenido a hablar conmigo-les dedico una amable sonrisa y se fue lentamente al dojo a meditar, los cuatro lo vieron irse y cuando desapareció completamente de su vista se animaron a preguntar-.

_¿Gritarles?-pregunto el pecoso apenas entendiendo lo que sucedía el único que aparentaba saber era su lider-.

_¡Tu imbécil! Hubiera preferido que le dijeras que me cojieron brutalmente a que falle en una maldita misión suicida, que por cierto ¡Si lo hiciera lo lograría y muchisimo mejor que tu!

_Tus preferencias son muy extrañas, Raph, Leo te hizo un favor-comento el listo intentando calmarlo, tal vez sea buena opción sedarlo-.

_No, yo sabía que le molestaría más una derrota que Sensei sepa de sus amoríos-el de azul con una sonrisa soberbia subió los hombros restándole importancia- y estoy seguro que no podrías.

_¡Pudrete maldito infeliz! Me niego a quedarme tres días encerrado aquí-ayudandose con el bastón de su hermano se paró frente a él amenazante-.

_Ya escuchaste a Splinter, no puedes hacer nada-comento relajado adorando estos momentos en los que se sentía tan poderoso por única vez-.

_¿Ahh no? ¡Si yo caígo te vienes al infierno conmigo!-se lanzó sobre el poniendo sus manos en su cuello-.

_¡Mhn sueltame!-imito su acción y forcejeó para sacárselo de encima, evitando lastimarlo disfrutaba sentirse superior pero aún se preocupaba por él-.

_¡Eres un idiota una despreciable mierda! Te odio!-golpeo con todas sus fuerzas el plastron del mayor haciendo que este emitiera leves quejidos de dolor al quedarse sin aire-.

_¡Tu eres insoportable! ¡peor que un niño malcriado y molesto!-se desesperó al tenerlo encima sin poder hacer mucho para apartarlo, cada golpe cada insulto, era un mutante desesperante-.

_¡Cállate Bobonardo!-El de azul lo lanzó hacia el suelo para librarse de él generando un estruendoso ruido por el golpe de su duro caparazón contra el concreto-.

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