Caminaba por los pasillos de la nueva universidad, que por cierto no sé si mencione era de artes, escénicas y manuales, me encantaba, creo que buscaron mis mejores talentos para traerme aquí, y los de Justin bueno, no sé realmente que hace él.
Avancé hasta la que sería mi sala de artes escénicas, o más simple baile y canto, sostuve a perilla de la puerta entre mi mano un rato, estaba nerviosa, ¿Qué haría cuando entre, presentarme, hacer amigos, o qué?, el idioma no era importante, pues mis clases eran solo con transferidos de mi país, gire el manojo de la puerta y me decidí a entrar, estaba vacía, No, miento, había alguien ahí, cantaba, una melodía que no conocía, pero que era tan pegajosa, y bailaba tan increíblemente, era una habitación de “espejos” estaba cerrada por otra puerta, traté de acercarme a ver quien era, pero además de mi mala visión, el hecho de que sus movimientos fueran tan ágiles y precisos me impedía hacerlo, rebusqué en mi mochila con urgencia mis lentes.
-Justin- murmuré anonadada, y sí era él, una serie de chicas y chicos comenzaron a entrar a la sala por una entrada alternativa a esta, el salón se lleno, y el profesor entró, me apresuré a entrar a la sala, pero para mi desgracia la puerta estaba cerrada, me apresuré a buscar la otra puerta, sin éxito hasta que al fin llegué a ella. -Lo siento- murmuré quitándome los lentes y metiéndolos rápidamente a su estuche.
-Solo por ser nueva, perdonada – habló con voz ronca el profesor de esta clase, no era mucho mayor que todos nosotros, yo diría que tan solo unos dos años máximo, si es que no era uno.
-Gracias- sentí mis mejillas arder en llamas, cuando un tacto cálido me tiró del brazo.
-¿Artes escénicas?, vaya tienes mucho que contarme- Como el terciopelo, si así era su voz, dulce y suave, pero ronca, me giré y para mi sorpresa era Justin. *Claro ¿Quién más idiota, nadie más te conoce en Alemania* habló esa odiosa voz en la parte trasera de mi cabeza. - Sabía que estaríamos en las mismas clases, pero no te imagine bailando, ni menos cantando-
-Justin- reaccione después de unos segundos mirando las orbes color miel arremolinadas del rubio, sonreí.-Hey, no puedes decirme eso, te vi bailar, y claro que no me lo habías contado- fruncí el ceño falsamente, provocando una sonrisa retenida de Justin. – Ni menos que la universidad sería de artes escénicas y manuales -
-te esperaba, aquí antes de la hora normal, deje una nota en tu horario mientras te duchabas, esta- tomó el papel de entre mis manos y lo giró- aquí - *cabeza hueca* pensé, sí no nos habíamos venido juntos, por que cuando salí de la ducha ya era tarde y el desconsiderado de mi “hermano” ya se había ido, pero no me molesto porque dejo un taxi esperándome con la dirección de la universidad. Leí la nota.
“____, nos vemos en la universidad, lo siento princesa, es muy tarde, te dejo un taxi esperándote, nos vemos apenas llegues a la universidad, en el salón de artes escénicas. Te quiero”
-Que lindo- apreté una de sus mejillas entre mis dedos pulgar e índice.
-Eres un monstruo- dijo sobando su mejilla.
-aún así me quieres- reí ganándome una mirada de todo el salón de clases, contando al profesor.
