23: "Complices".

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No hacía falta hablar cuando teníamos nuestros cuerpos para darnos lo que sentíamos.

En el fondo no somos tan distintos, solo vemos la realidad de una perspectiva distinta, tu cuesta arriba, yo cuesta abajo, tu eres esa clase de invierno que te invitaba a un abrazo, a un beso, a una caricia, o simplemente a tomarte de la mano.

Yo atardeceres bañados de llanto por tu partida, tu anocheceres llenos de desvelos sin saber porque no puedes olvidarme. Solo detén el tiempo y regresa a darme un beso, será un secreto a mis demonios, y una bendición a tus ángeles.

Hija de Saturno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora