Me dijeron que de amor nadie se ha muerto, pero como le explicó a mi corazón que no estás más, que ya no le permito latir por ti, que sería letal para él recordarte, que te quedaste enterrado en esa última noche, que nos cubrió, y que nos hizo desaparecer en su oscuridad, que la última estrella se apagó con nuestro ultimo beso.
Nuestra despedida inició desde el primer día que mi corazón empezó a latir por ti, porque inicio la cuenta regresiva, ardimos en la hoguera y ambos sabíamos que nos consumiría.