🌹 XII 🌹

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Poland y Reichtangle se quedaron en cama toda la mañana, pues ambos tenían que descansar bien.
El pequeño se aseguraba de que El Imperio estuviera en buenas condiciones, pues no quería que el estrés y su depresión lo vuelvan a preocupar.

Durante el desayuno, les fue traído en una gran bandeja para los dos.
Deliciosos panqueques con miel encima, acompañados con dos tazas de chocolate caliente y lo que no podía faltar, el Pan.
Reichtangle tomó los cubiertos y Poland hizo lo mismo, aunque no entendía el por qué solo había un plato de panqueques y no dos.
Pero se llevó la sorpresa al darse cuenta que El Imperio quería darle de comer.

—La boca, Polen.– habló con ternura mientras acercaba el tenedor con un pedazo del alimento hacia la boca del pequeño.

El mas bajo se sonrojó al ver tal acción, pero se sintió ansioso. Obedeció abriendo su boca y comió lo que el mas alto de brindaba.

Al terminar de digerir, El país quiso hacer lo mismo. Su mano temblaba mientras que tomaba un poco del desayuno con el tenedor.
—S-Señor Reichtangle...– dio una seña, la cual el recién mencionado obviamente aceptó con mucho gusto.

Poland pudo ver que la boca del Imperio aparecía de la nada, pues era como una especie de camuflaje entre sus franjas.
El mas alto le limpiaba el rostro del pequeño cada vez que se ensuciaba, incluso en una de esas veces le lamía la cara; era mas fácil limpiarle de esa manera.
El mas bajo lo miró sorprendido.
Ambos se miraron enamorados y compartieron el desayuno en un silencio agradable.

Al terminar, dejaron la bandeja a un lado y durmieron juntos de nuevo, esta vez en una posición diferente.
Reichtangle abrazando las caderas de Poland por detrás. Era algo vergonzoso para el pequeño, pero era muy cómodo de todas formas.
Esperaron a que sea la hora del almuerzo.

~•~

Después de comer, ambos ya estaban completamente reformados. Se sentían mejor que antes.

Decidieron levantarse de la cama de tanto dormir tan plácidamente.
Los dos concordaron en verse en el jardín luego de cambiarse de ropa.
Poland fue a su habitación a ponerse algo fresco y cómodo; usando solo la camisa blanca con botones de mangas cortas, los pantalones y zapatos de siempre.
Reichtangle también se vistió con lo mismo que acostumbraba a vestirse, solo que esta vez sin el saco, y con las mangas recogidas hasta los codos.

Ambos llegaron al gran jardín casi al mismo tiempo, se tomaron de las manos y caminaron por los arbustos llenos de rosas.
No se hablaban porque el silencio que los acompañaba era muy agradable. Solo se intercambiaban miradas de en cuando.

—Ven, Polen.– Lo llevó a uno de los arbustos más cercanos, agachándose, recogió de las rosas que estaban marchitas. Procurando que no tuvieran espinas, le pidió a Poland que las tuviera por un momento. El pequeño preguntó para qué.
—Será una sorpresa.

Al rato, se dirigieron a aquellos grandes arbustos que llevaba a esa especie de cueva con el gran árbol en el centro.
Se sentaron de bajo y disfrutaron de la relajante sombra.
El mas alto pidió las rosas que tenía, el mas bajo se las devolvió.

El país miraba con ojos curiosos lo que hacían las manos del Imperio con aquellas rosas.
Tras hacer varios nudos con los tallos y hojas, Reichtangle terminó de crear un aro con ellas.
Poland aun no comprendía que era, pero sus dudas fueron quitadas al ver que El Imperio le colocó las plantas en su cabeza.

—Para Mein Queen.

Aquello hizo que el pequeño se sonrojara. Se dio cuenta que era una corona de rosas.

🌹 𝑨𝑵𝑺𝑪𝑯𝑳𝑼𝑺𝑺 🌹 Reichtangle × Polonia - CountryHumansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora