001: everything has been decided

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El cuerpo sobre él se movía con frenesí, logrando que sus hombros se sacudieran levemente

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El cuerpo sobre él se movía con frenesí, logrando que sus hombros se sacudieran levemente. Sus ojos estaban fuertemente cerrados y de su boca salían pequeños y vergonzosos gemidos que eran ahogados por la tela de la almohada. Su vientre cosquilleó cuando una de las embestidas logró acariciar su próstata una y otra vez, logrando que su cuerpo se crispara y sus puños se apretaran sobre las sabanas. Sin previo aviso sintió cómo el cuerpo a sus espaldas se tensaba por completo y el largo gemido de su acompañante le avisó que éste ya se había corrido dentro del preservativo.

Él se quejó por la falta de movimiento, pues la necesidad de correrse era casi dolorosa, así que con una mano perezosa alcanzó su propia erección y comenzó a masturbarse sin importarle que, pocos segundos después, el miembro en su interior se retiró sin cuidado. Siguió acariciándose a sí mismo, sin sentir vergüenza de los ojos que le observaban, antes de largar un ruidoso gemido al alcanzar el clímax.

Su respiración agitada resonó por el lugar al igual que el ruido de la ropa ajena siendo acomodada. Miró sin interés al hombre que se vestía de nuevo y giró sobre su espalda para acurrucarse sobre su cama con una mueca de irritación.

Aquel había sido, por mucho, el peor polvo de su vida.

"Cuando te vayas cierras la puerta" ordenó, levantándose y dejando a la vista su gloriosa desnudez, antes de caminar al baño sin darle siquiera una última mirada a su acompañante.

Con pereza se introdujo dentro de la ducha y abrió la regadera, dando un respingo cuando el agua helada chocó contra su sudorosa piel. Cerró los ojos con fuerza, tratando de no concentrarse en el frío de su cuerpo y procedió a asearse rápidamente para alejar los fluidos pegajosos que se adherían a su piel. Lavó sin mucho cuidado su negra cabellera y enjabonó su cuerpo lo más rápido que pudo con el pedazo de jabón barato que estaba allí.

Una vez limpiecito, salió del baño y caminó hasta su cama donde aún podía ver su camiseta arrugada en un rincón, se la colocó encima y no pudo evitar fruncir la nariz cuando percibió una mancha de dudosa procedencia a un costado. Soltó un quejido, mirando hacia el cesto de ropa sucia, notando que éste rebosaba en piezas de ropa y cayendo en cuenta de que no tenía nada limpio en aquel momento para cambiarse.

Chasqueó la lengua y se puso los mismos jeans de ese día, mientras observaba con curiosidad la camisa a cuadros que el hombre (con el que recién acababa de follar) olvidó en su cama. Al pensar en que probablemente jamás volvería a verlo, no dudó en pasarla por sus brazos sin abotonarla para cubrir la mancha de su camiseta, agradeciendo internamente por la nueva pieza de ropa gratis. Se colocó sus desgastados tenis y, una vez totalmente vestido, se sentó en el borde de su cama para mirar con ojos aburridos a su alrededor.

Su departamento era algo realmente deprimente de observar, pero ya estaba totalmente acostumbrado. Era pequeño, muy pequeño, ya que solo era un cuarto sin divisiones que tenía su cama en un rincón, una mesa vieja de madera, un sofá bastante polvoriento y una improvisada cocina al otro lado.

serendipity | yoonseokmin (editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora