Hoseok ha vivido toda su vida sumido en la monotonía de la rutina. Con solo un departamento de mala muerte, un empleo de mierda y muchas deudas qué pagar, siente que su vida es un desastre que solo se puede adormecer con alcohol y sexo.
Sin embargo...
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Hoseok miró con adoración como Jimin saltaba emocionado por los pasillos de la tienda de conveniencia, los ojitos del pelirrosa brillando cada de visualizaba alguna chuchería de las que le gustaban y se colgaba del brazo de Yoongi para convencerlo de que se lo comprase.
Y Yoongi, aunque refunfuñara, maldijera y se quejara terminaba asintiendo con una sonrisa discreta tirando de las comisuras de sus labios.
Hoseok podía asegurar y jurar que amaba demasiado lo opuestos que eran sus novios.
"Vas a llevarnos a la banca rota, mocoso" suspiro Yoongi viendo todas las golosinas que Jimin llevaba entre sus brazos.
El pelirrosa se encogió de hombros y sonrió satisfecho al oír el gruñido que Yoongi emitió ante su actitud despreocupada.
"soy el bebé consentido de mis hyungs, voy a gozarlo tanto como pueda" canturreo el pelirrosa, Yoongi no intentó contradecirlo.
Después de que Yoongi ordenara un café y Hoseok tomara unos paquetes de galletas de chocolate se dirigieron a la caja para pagar, dónde Yoongi casi se desmaya al ver el monto de todo lo que Jimin le estaba haciendo gastar en puras chucherías. Pero terminó pagando pues Jimin tenía absoluta razón en que era el consentido de sus dos mayores.
Terminaron sentados en la mesita frente al ventanal de la tienda ocupando los únicos tres asientos disponibles, con Yoongi quedando en el medio y Jimin y Hoseok a los lados. Park no tardó en abrir el contenedor de plástico que resguardaba su rebanada de pastel y sin dudarlo se llevó un trozo a la boca con ayuda del tenedor, el sabor dulce de la crema y el merengue deshaciéndose contra su lengua deliciosamente.
"¡Ah, está tan bueno!" canturreo el pelirrosa con felicidad mientras masticaba ligeramente el pan.
"Más le vale porque me salió caro" refunfuño Yoongi mientras tomaba un sorbo de su café americano frío, sus labios frunciendose alrededor de la pajilla adorablemente.
"Eres un tacaño hyung" se burló Hoseok mientras daba un mordisco a una de sus galletas de chocolate.
"¡Como tú no lo pagas!" lloriqueo el pelimenta en protesta.
Jimin y Hoseok rieron ante el tierno berrinche del mayor y, dándose un guiño como señal, se acercaron cada quien a una de las mejillas del mayor para dejar un ruidoso beso sobre éstas. Yoongi se ruborizó hasta la raíz del pelo y soltó un quejido infantil.
"Mocosos exhibicionistas" gimió en fingido desagrado mientras limpiaba con el dorso de sus manos ambos cachetes.
"Bien que le gusta ser mimado" se regodeo el pelirrojo viendo cómo Yoongi prácticamente le lanzaba láseres mortales con la mirada.
