Hoseok ha vivido toda su vida sumido en la monotonía de la rutina. Con solo un departamento de mala muerte, un empleo de mierda y muchas deudas qué pagar, siente que su vida es un desastre que solo se puede adormecer con alcohol y sexo.
Sin embargo...
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Jimin sintió su cuerpo vibrar de emoción cuando la tarde cayó, el cielo teñido de colores cálidos gracias a que el sol se ocultaba dejando paso a la luna, la cual sería testigo de su emocionante noche junto a sus novios. Con la ilusión recorriendo su cuerpo se dedicó a buscar una vestimenta apropiada para la noche, buscando algo que dejara a sus novios embelesados por él y después de varios minutos revoloteando dentro del armario encontró algo perfecto, sonrió satisfecho ante su elección y, lanzándoles un beso a sus novios que le observaban desde la cama, se metió al baño para darse una merecida ducha.
Mientras tanto Suga y Hoseok esperaban pacientemente a que el pelinaranja salieran, ellos ya se habían arreglado para la ocasión así que sólo les tocaba esperar por Jimin para irse al bar. Hoseok abrazaba a Suga por la cintura, su cabeza reposando en el pecho del pelimenta mientras éste le hacia mimos en el cabello.
"Me gusta verlo emocionado, es tierno" murmuro Hoseok al escuchar la melódica vocecita de Jimin cantar dentro de la ducha.
Suga sonrió ante las palabras del azabache y asintió en acuerdo, ver a Jimin tan ilusionado era realmente adorable pues parecía convertirse en un pequeño niño emocionado que saltaba por todas partes al haber conseguido lo que tanto quería.
"Jimin es demasiado dulce" concordó Suga en voz baja y tímida, aun siéndole difícil dejar salir cosas cursis de su boca.
Hoseok rió y dejó un beso sobre el pecho del pálido antes de alzar su rostro para poder observar a la cara a Suga. Éste le miró de vuelta enseguida, con esos bonitos labios en forma de cerezas y sus pequeños ojitos gatunos brillando como un par de estrellas. No pudo resistirse a aquella magnífica vista y sin poder contenerse besó a Suga con delicadeza, disfrutando de lo suaves que podían ser esos finos labios a su disposición.
El roce entre sus labios era lento y delicado, como si solo quisieran sentir sus bocas juntas sin ninguna doble intención de por medio, sus manos se sostenían lo más cerca posible para disfrutar mejor la cercanía de sus cuerpos. Oh, Suga estaba muy enamorado de la manera en que Hoseok le sostenía.
"Yo también quiero un besito" murmuro Jimin desde el umbral del baño, con una sonrisa tímida y los ojos clavados en ellos.
Suga se separó del beso con Hoseok lentamente y miró a Jimin con detenimiento, sintiendo su corazón agitarse al ver lo bonito que lucia vestido con una camiseta blanca de cuello "v" que dejaba al descubierto parte de sus clavículas, jeans azules ajustados y rasgados que resaltaban sus muslos y una chaqueta verde militar sobre los hombros. Era algo simple pero Jimin todo lo hacía ver como si se tratase de un conjunto de pasarela, además su cabello anaranjado resaltaba más su presencia, sobretodo porque el peinado dejaba descubierta su frente y era simplemente bellísimo.
