Hoseok ha vivido toda su vida sumido en la monotonía de la rutina. Con solo un departamento de mala muerte, un empleo de mierda y muchas deudas qué pagar, siente que su vida es un desastre que solo se puede adormecer con alcohol y sexo.
Sin embargo...
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Todo era pánico y desconcierto, la tensión que había en aquella oficina era tan palpable que podría cortarse con un cuchillo fácilmente. El llanto de Jimin inundaban aquellas cuatro paredes mientras sus novios trataban de tranquilizarlo y Taehyung intentaba guardar la calma para poder pensar en frío. Jungkook por su parte miraba todo en silencio, apartado en un rincón mientras observaba a todos con enormes ojos asustados, trataba de pensar en un plan para resolver todo ese desastre pero nada llegaba a su mente, todo estaba en blanco.
"Bueno, mierda, vamos a guardar la puta calma" exigió Taehyung mientras paseaba su mano sobre sus cabellos castaños. "Todavía tenemos tiempo para escapar así que lo haremos esta misma noche" indicó, su mirada dejando atrás el miedo para pasar a reflejar seriedad.
"Taehyung-ssi tiene razón, aún no han hecho algo en nuestra contra así que tranquilicense" añadió Yoongi con voz firme, Hoseok le miró y supo que allí no estaba su tierno novio sino el despiadado Suga que conoció la noche en que todo empezó.
Todos asintieron y Jimin se obligó a parar de llorar, mordió con fuerza su labio inferior reprimiendo los sollozos que se agolpaban en su garganta y limpió sus lágrimas con la palma de sus manos. Debía ser fuerte como Yoongi o como Taehyung, no debía derrumbarse a la primera o su debilidad le cobraría caro.
"Bien, vayan a empacar lo necesario, no muchas cosas o nos dificultaran el trayecto" indicó Kim menor mientras extendía una de sus manos a Jungkook, quién enseguida se acercó a él para abrazarlo.
Yoongi asintió a las palabras de Taehyung y tomó las manos de sus novios para arrastrarlos fuera de la oficina y dirigirles a su habitación con rapidez, casi corriendo. En cuanto los tres se encerraron dentro del cuarto el silencio tenso les invadió, se miraban entre todos con desconcierto, algo aturdidos por todo lo que estaba pasando. Yoongi pudo notar los ojos rojos de Jimin y el temblor en el cuerpo de Hoseok así que, como el hyung de ambos, decidió tomar el liderazgo para tranquilizar a los menores, era su deber como mayor protegerlos.
"Bien, Hobi empaca todo lo que quepa en esas dos mochilas" ordenó suavemente, mirando como Hoseok asentía enseguida antes de realizar lo indicado. "Jimin, trata de meter el resto del dinero en una sola bolsa, lo necesitaremos" indicó y Jimin asintió.
Los vió a ambos realizar lo mandado y suspiro un poco más tranquilo al verles más relajados, cerró los ojos tratando de acomodar sus pensamientos y guardar la calma, tenía que actuar sereno frente a sus novios para que ellos pudiesen sentir confianza y relajarse, no podían sumirse en el pánico o todo se iría a la mierda. Con ello en mente volvió a levantar su máscara de indiferencia y frialdad, esa que caracterizaba tanto a Suga, el asesino del Dragón Dorado.
