Hoseok ha vivido toda su vida sumido en la monotonía de la rutina. Con solo un departamento de mala muerte, un empleo de mierda y muchas deudas qué pagar, siente que su vida es un desastre que solo se puede adormecer con alcohol y sexo.
Sin embargo...
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Yoongi se apartó de inmediato de la entrada de la habitación para no ser pillado en su desliz, sus labios presionándose en una tensa línea que buscaba reprimir alguna barbaridad.
Hoseok al parecer ya había elegido, había elegido a Jimin aún cuando Yoongi había podido jurar que él era en quien Hoseok estaba interesado.
Lo había podido ver en la manera en que Hoseok le miraba cuando pensaba que estaba distraído, en la manera que le proporcionaba discretos roces con sus finas manos o en como se ponía nervioso cuando se acercaba de más. Pero no, esas señales no significaban nada ya que a Hoseok le gustaba Jimin...
Y a Jimin le gustaba Hoseok.
Con decepción se alejó de aquella habitación volviendo a la suya propia y sin mirar mucho a su alrededor se echó sobre la cama cerrando los ojos para que sus pensamientos lo deprimieran más.
Jimin y Hoseok se gustaban mutuamente y él no pintaba nada entre ellos.
Y si, Yoongi podría intentarlo, pues aún no había nada serio entre los otros dos pero, ¿seria capaz de superar a Park Jimin? Aquel mocoso era hermoso y él...
Él solo era un jodido pandillero.
No tenía oportunidad como para competir por el cariño de Hoseok, así que ya no había nada más que hacer aparte de mirar de lejos como aquellos dos se entregaban al otro.
Solo ellos dos, sin él en el medio.
Suspiro con pesar, quizás demasiado alto ya que llamó la atención de Jungkook, quien había dormitando a su lado. Su amigo le miró extrañado por su semblante decaído y se acercó un poco a él para poder mirarlo con mayor detalle.
"¿Pasa algo, Yoongi hyung?" murmuro bajito para que nadie más que ellos escucharan el nombre que había salido de sus labios.
Yoongi negó.
"Solo estoy cansado mocoso, trataré de dormir" mintió aunque para su desgracia Jungkook le conocía demasiado bien y su mirada calculadora le escrutó sin reparo.
Era obvio que Jungkook no se había tragado su excusa, demasiado atento a su semblante tristón como para dejarse engañar, pero aún así sonrió suavemente y asintió.
"Esta bien hyung, ¿puede abrazarme para dormir?" pidió a través de un murmullo mientras se acomodaba mejor en la cama y le miraba con sus grandes ojos de cervatillo.
Yoongi no pudo evitar sonreírle de vuelta, no tan grande como lo había hecho Jungkook, pero sonriendo al fin de cuentas. Rápidamente rodeó la estrecha cintura del azabache y lo atrajo hacia su pecho en busca de una posición cómoda para dormir.
Yoongi estaba tan agradecido de tener a Jungkook junto a él, agradecido de que sin presionarlo a hablar el chico podía hacerle sentir mejor cuando estaba decaído y en momentos como ese confirmaba que Jeon Jungkook era el mejor amigo que el destino le había podido otorgar.
