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Hoseok siempre había sido una persona que se apegaba demasiado rápido, él lo sabía, joder, incluso recordaba que le tomó un par de días encariñarse con la pequeña Yerim, pero jamás imaginó que en menos de un día se sentiría tan apegado a alguien c...

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Hoseok siempre había sido una persona que se apegaba demasiado rápido, él lo sabía, joder, incluso recordaba que le tomó un par de días encariñarse con la pequeña Yerim, pero jamás imaginó que en menos de un día se sentiría tan apegado a alguien como lo sentía con Jimin. O al menos ese pensamiento le embargaba cada que veía que faltaba menos para separarse de él.

Caminar por las calles de Cheongyangni por el día resultaba ser algo muy triste de ver, las personas que caminaban por allí se veían tan decaídas y cansadas que Hoseok se sentía incapaz de verles a la cara, tantos chicos y chicas atrapados en ese lugar con el riesgo de ser agredidos por los clientes o contraer enfermedades, sentía tanta impotencia de solo pensar que personas malas se aprovechaban de la necesidad de esos jóvenes para hacer y deshacer con sus cuerpos como si no valiesen más que unos simples miles de wons.

Tan sumergido en sus pensamientos estaba que no se dió cuenta que ya habían llegado, hasta que sintió la mano de Jimin tomar la suya con algo de timidez.

"Muchas gracias por acompañarme, Hoseok hyung" murmuró, con su mirada cabizbaja y una sonrisa avergonzada perfilando sus gruesos labios.

"De nada, Jimin-ssi, de ahora en adelante siempre estaré si necesitas ayuda, ¿bien?" Jimin asintió y Hoseok alzó su otra mano para acariciar con suavidad los cabellos que caían desordenados sobre la frente del joven.

Jimin alzó su mirada con algo de duda y miró directamente a los oscuros pero brillantes ojos de Hoseok, deleitándose al descubrir que ese par de orbes bien podrían ser comparados con una hermosa constelación al chispear tan bonito como las estrellas.

"¡Jiminie!" la voz grave pero cantarina de alguien les rompió la burbuja en la que se habían sumergido y ambos tuvieron que apartar la mirada para observar al hombre castaño que caminaba con rapidez hasta ellos.

"¡TaeTae!" jadeó con sorpresa, Jimin, cuando sin aviso fue rodeado por un par de brazos con fuerza e incluso logrando que sus pies se despegaran del suelo.

Hoseok dió un paso hacia atrás, mirando con tranquilidad a los dos chicos que se abrazaban tan fuerte que casi podían fundirse en el cuerpo del otro. Por un segundo, un pequeño y efímero segundo, sintió desconfianza e inquietud por el desconocido que sin aviso abrazó a Jimin, sin embargo, se permitió tranquilizarse cuando la sonrisa cómoda que delineaba los labios de Jimin le aseguró que aquel tipo era de fiar.

"¡Tonto! Me tenías tan preocupado, ¿donde estuviste anoche? ¡No me digas que volviste a pasar la noche en el parque!" habló el hombre castaño, frunciendo sus oscuras cejas. "¡Sabes que si no tienes la cuota puedes pedirme que la pague por ti!" se quejó indignado y Jimin solamente bajó la mirada avergonzado por toda la escena.

"Bueno, anoche ocurrieron muchas cosas, es una larga historia" suspiró Park, mordiendo levemente su labio inferior antes de girar un poco su cabeza para mirar a Hoseok. "Pero Hoseok hyung me ayudó" aseguró con una suave y tímida sonrisa escurriéndose por su rostro y pronto Hoseok obtuvo la mirada detenida y atenta del otro hombre desconocido.

serendipity | yoonseokmin (editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora