Hoseok no sabía que decir de la nueva información que había sido revelada con respecto a sus invitados pero decidió no darle tantas vueltas al asunto en ese momento y se concentró en terminar su tarea de curarlos. Se levantó de la silla con pesadez y volvió a ponerse de cuclillas frente a ambos chicos, pasó de nuevo el algodón por el labio de Jimin hasta asegurarse que no había más rastros de sangre y decidió que tendría que ir a la pequeña tienda que estaba a unas cuadras del edificio para comprar hielo si quería bajarle la hinchazón a la mejilla de Jimin y a la nariz de Suga. Cuando terminó con el chico de cabello naranja, volteó hacia Suga y con la mirada pidió permiso para curarlo, quizá era miedo o precaución pero no quería disgustar al chico y que éste terminara reventándole el bate, que sostenía con tanto recelo, en la cabeza.
"Anda, acercate que no muerdo" se mofó el pandillero y Hoseok rodó los ojos antes de pasar un nuevo pedazo de algodón con alcohol por las múltiples heridas en su rostro, tratando de limpiar la sangre y suciedad para que las cortaduras no se infectaran.
"¿Tienes heridas en las costillas?" preguntó Hoseok cuando terminó con su rostro y Suga hizo una mueca antes de asentir. "¿Me dejas ver?" pidió y rápidamente el pandillero dejó su bate a un lado para levantar su sudadera, dejando ver la piel hinchada de su costado.
"Creo que no están rotas" comentó Suga restándole importancia, HoSeok negó.
"No, pero se ven muy mal" suspiró observando los colores violetas y verdes que comenzaba a tomar su piel antes de sacar un ungüento del kit de emergencias y echar un poco en la palma de su mano. "Espero que esto ayude, de igual forma iré a comprar algo de hielo para ambos" dijo, acercando su mano con cuidado y esparciendo lo más delicadamente posible el ungüento.
"Ugh, duele, joder" se quejó el chico peliverde, arrugando su rostro en una mueca de dolor ante la ligera presión de las manos de Hoseok sobre la zona dolorida.
Hoseok se aseguró de cubrir bien los moratones que empezaban a formarse sobre la pálida piel de Suga y, cuando estuvo satisfecho con eel resultado, envolvió el torso del chico con una venda antes de levantarse del suelo. Miró una última vez a Suga antes de pasar su mirada al pequeño Jimin, quién rodeaba sus piernas con ambos brazos y miraba con ojos soñolientos a Hoseok.
"Hey, chico, ¿de casualidad eres de alguna Zona Roja?" preguntó Jung con cautela y Jimin asintió despacio.
"Del Cheongyangni 588" susurró, aclarando a cual de las tres Zonas Rojas de la ciudad pertenecía.
"Oh, de las grandes, entonces, ¿que hacías fuera de tu zona a esas horas, Jimin?" preguntó, realmente curioso.
Según sabía, la zona roja era un enorme vecindario al cual poca gente accedía y los prostitutos que pertenecían allí vivían en las casas de los proxenetas, se rumoreaba que tenían casi prohibido salir del área establecida y tampoco podían ir a la ciudad ya que podían ser agredidos por la gente conservadora de Seúl. Era casi como si las zonas rojas fuesen un distrito prohibido y alejado de la sociedad.
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serendipity | yoonseokmin (editando)
FanficHoseok ha vivido toda su vida sumido en la monotonía de la rutina. Con solo un departamento de mala muerte, un empleo de mierda y muchas deudas qué pagar, siente que su vida es un desastre que solo se puede adormecer con alcohol y sexo. Sin embargo...