Capítulo 6. "Pedazos Afilados".

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Después de eso, yo solo termine de curar sus heridas, no nos dirigimos la palabra; no sabía qué hacer, así que me fui a la cocina, y minutos después los chicos llegaron.

Y yo comencé a preparar la cena, era espagueti con albóndigas y demasiado queso.

Eran cerca de las 7:00 pm, y ya les había servido la cena, todos nos sentamos y les hice un ademan para que empezaran a comer, después de eso solo comenzaron a hablar con el espagueti, literal.

-Cásate con migo. -Le pidió Tom.

-Dios mío que sexy es usted señora espagueti. -Dijo Charlie, quien tenía la cara llena de salsa, que por cierto combinaba.

-Esto si es comida. -Grito James.

-Les presento al amor de mi vida. -Dijo Dan, levantando el plato.

-Eres como... Mi afrodita, tú y yo somos tal para cual, santa madre. -Lucas era un idiota, sumamente gracioso.

Caleb y yo nos mirábamos mutuamente y reíamos con cada estupidez.

-Si bueno. Y u-ju, gente. -Tom nos interrumpió a todos a medio comer, después se volvió a Lucas que seguía hablando con el espagueti. -Deja de insinuártele, ella es mía. -Dijo, mientras hablaba por su tenedor. -Que les parece si mañana vamos a la playa.

Playa +Biquini + Que todos se enteren = Mala idea.

Mire horrorizada a Caleb.

-La verdad yo no puedo. -Dijo Caleb. -Quede con Emily de ir al centro comercial. -Todos no miraron incrédulos. -Bueno, ella va a ir a nose que y como se me escapo en su cara que iba a ir me pido aventón, ni modo de decirle que no.

Todos centraron su mirada en mí, me encogí de hombros y Tom resoplo.

***

Después de eso todos fuimos a dormir, si todos, pues los fines de semana los chicos se quedaban en la casa, ya sospechaba que no los querían en sus casas, pero esta era tan grande que tenían su cuarto.

Algo brinco en mi cama y me hizo abrir los ojos. Eran los 6 monigotes. Todos brincaban, era tan extraño, ya estaban cambiados con bermudas y camisetas son mangas, excepto Caleb que aun llevaba pijama, pantalón gris desgastado y camiseta negra, gire mi cabeza lentamente, y vi en el reloj 5:00 am.

-Que les pasa, son las 5:00 y ustedes ya están vestidos, cosa que no me importaría si no estuvieran brincando en mi cama. -Grite.

-Veras Ems, son varias horas de camino, así que nos tenemos que apurar, pero no queríamos iros sin despedirnos, y... -Se inclinó Lucas asía mí. -Sin agradecerte por la cena. -El empezó a besar mi cara, de inmediato Caleb lo quitó de encima de mí, todos lo miraron incluso yo. El solo se encogió de hombros.

Después de que todos me dieran un beso, se largaron y me dejaron con Caleb, eran 6:30, estábamos parados frente a la puerta.

-Oye. -Dije rompiendo el silencio. -No te agradecí por, salvarme de la playa. Gracias.

-No hay de que, lo olvidas, te ayudare.

Nos sentamos en el sofá en el que habíamos platicado ayer. Y sin más se me escapo algo que quería decirle.

-Ayer, dijiste que... -Me hizo un gesto con la cara para que siguiera, no había retorno, tenía que terminar. -Que tu motivo era una ella.

-Umm...

-Lamento si te incomode, no debí. -Me puse de pie, roja como un tomate, había metido la pata, hasta el fondo.

-No. -Me tomo de la mano, y me tumbo de nuevo en sofá. -Si quiero que confíes en mí, te tengo que contar, además, no se lo he dicho nunca nadie, y justo ahora me quiero desahogar, con tigo, por algún motivo me inspiras confianza. -Suspiro.

-Hace cerca de un año y medio. -Continuo. -Conocí a una chica, su nombre era Mia, tenía su corazón roto, se le notaba a 20 km de distancia, yo, era un chico alegre, no me vestía así, no tenía ni un tatuaje, ni mucho menos una perforación, yo era un chico popular, dijeran por ahí un chico bueno, se me hizo linda desde el momento en el que la vi, no era la mujer perfecta, pero era distinta, comencé a acercarme a ella poco a poco, me rechazo en varias ocasiones, no me rendí, hasta que me dijo que sí. -Sus ojos se llenaron de agua.

Quien iba a decir que Caleb no era así, que él no fue siempre un chico malo.

A veces hay que aprender a mira al interior de los demás, porque hacer eso, no es lo mismo que mirar a la nada.

-Después, ella me empezó a pedir pruebas de amor, no soy de aquí, yo soy de New York, tuve que escapar después de todo lo que hice, al principio, solo eran cosas insignificantes, pero después, comenzó a pedirme que golpeara a varios tipos, me daba una historia, y yo no dudaba en acatar su orden, después, cambie mi forma de vestir, no hablaba con mis papás. Me perfore. Y un día ya que había hecho todo lo que quería me dijo que no me amaba, suena idiota pero perdí mi virginidad con ella; recuerdo que esa ocasión fui a su casa, tenía días sin verla, y cuando llegue, tenía sus maletas a fuera, me dijo que solo me había usado para volver a unir su corazón, pero que no sentía nada por mí. Después se fue y no volvió. Me volví un mujeriego, quería que las demás pagaran el daño que me había hecho, incluso aquí también era un poco así. Los primeros meses estaba dispuesto a perdonarla, durante esa época vinieron todos mis tatuajes, luego la odiaba.

-Y ¿Ahora? -Me atreví a preguntar.

-Ahora no siento nada. -Mis hombros descansaron. -No la culpó, simplemente, "Su corazón estaba roto, y de todos los pedazos, a mí me tocó el más afilado".

~(*–*~)  (~*–*) ~

Nota de la Autora.

En multimedia Lucas =*

Sin DefensasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora