Gritó el nombre de JiMin hasta que su voz se volvió ronca, siguiéndolos, porque aún podía verlos. Toda su atención se fijó en seguir la ruta que llevaban los búhos, debió tener los ojos en el suelo. Como no miraba lo que tenía de frente, pisó una gran, gran madriguera. Bueno, "madriguera", porque en realidad era un hoyo que parecía no tener fin. Trató de agarrarse de las raíces que salían de la tierra, era inútil. Las rocas raspaban sus brazos y rostro. Pensó que caería para siempre. Pero llegó a un límite. La tierra lo escupió en lo que parecía ser una cueva.
Agua cristalina y fosforescente fluía como un río. Fue capaz de apreciarlo luego de recuperar la consciencia. Los cristales brillando y reflejándose en el agua, como miles de estrellas. Peces que jamás había mirado nadando en el silencioso río subterráneo. Había lianas plateadas colgando del techo, cayendo por las rocas y moviéndose en la corriente. Era maravilloso. Sus ojos iluminados por los cristales apenas notaron que un pequeño bote se acercaba a él y el zorro. Ambos se erizaron cuando los tocó.
Los zorros son animales muy astutos, Derry — como desde ahora se llamará —subió al bote sin dudar un segundo. Jeongguk titubeó al hacerlo, su confianza no andaba muy bien ahora. Se sentía terriblemente culpable, el rostro asustado de JiMin y la figura gris de Tae no dejaban de acudir a su mente. Abrazó sus piernas mientras el bote los guiaba a donde sea que fuera. No tenían muchas opciones ahora mismo, en lo recóndito de la tierra.
Una ligera melodía hacía eco en la caverna, tratando de calmar al corazón agitado de Jeongguk. El pequeño zorro se sentó en la proa del bote, vigilando mientras su compañero descansaba.
Quizá unos diez minutos después, la arena negra detuvo al bote. El impacto despertó al castaño, que pisó tierra firme mientras se tallaba los ojos, porque puede que haya llorado un poco, era dudoso. Eso sólo lo podía confesar él.
El lugar al que llegaron no era muy diferente. Las lianas se hacían más espesas, hasta formar una... ¿pila? Gguk y Derry ladearon el rostro, algo decepcionados por no hallar un árbol sabio y viejo que hablara. Bien, sólo no un árbol.
— ¿Un niño humano y un zorro? — dijo la pila de lianas.
Como era normal, estos retrocedieron algunos pasos, escudriñando la pila de lianas parlante, que, para su sorpresa — y poco sentido común de su parte —, resultó ser un hombre viejo y sabio que hablaba. Tenía ojos pequeños y un bigote fabuloso. Arracadas de oro se cerraban en sus orejas. No lucía intimidante, como se creería.
Entonces Jeongguk se dio cuenta. Estaba en la cueva del druida.
— ¡OH, POR MIS BARBAS, MIRA ESO!
El anciano dio un paso hacia ellos, tropezando para terminar rodando en una bola de cabello brillante. Había cosas serias que tratar, pero Jeongguk, sorbiendo la nariz, sólo pensó en lo genial que era esa cabellera. Muy parecida a la de JiMin, pero vieja.
— ¿Qué cosa? — preguntó Gguk, mirando al viejo, sin entender demasiado.
— ¡Esto! Las huellas de la selkie —exclamó el druida, atrapando una con las manos.
— Ah, habla de las lucecitas.
Oh. ¿En qué momento lo habían seguido?
– Pero ¿por qué siguen a un humano? —susurró aquél druida, que pensativo, se levantó del suelo para acercarse a Jeongguk, que comenzaba a sentirse incómodo — ¡¿Mataste a la selkie!? ¡Era la única esperanza!
— ¡¿Qué?! NO. Yo sólo acompañaba a JiMin para encontrarlo a usted. Él quiere hallar a su abuelo.
El druida lo escudriñó ahora, olfateándolo sin mucha amabilidad. Podía sentir que no era bienvenido ahí. Se alejó discretamente del anciano, quedándose junto a Derry. Entre más lejos de una persona aparentemente decrépita, mejor.
— Tienes sangre de cazadores. Ellos asesinaban a las selkies. Ellos convocaron a Macha y sus búhos. ¿Por qué la selkie andaría por ahí con un asesino de selkies? Y si estabas con él ¿donde está ahora?
— Porque yo no soy un asesino de selkies, yo... me... me gusta JiMin, y no quería quedarme en mi casa, no quiero a mi familia. Sólo quiero ayudarlo, y ahora también a Taehyung. Macha lo convirtió en piedra, y se llevó a JiMin. Todo es mi culpa.
Las lucecitas que rondaban alrededor de ellos, abrazaron a Jeongguk, dándole algún tipo de consuelo. Muy similar a los abrazos de JiMin, que podían entibiar cualquier corazón amargo. No recibió ninguna represalia ni pregunta, sólo unas palmaditas en el hombro. Lloró lo que tenía que llorar.
— Todo héroe comete errores, niño humano — susurró el druida, que tomó asiento en su propio montón de cabello --, pero tú sólo haz sido valiente. Creo en tus palabras. No tenías oportunidad contra ella, pero llegaste aquí. Ahora debes ir a rescatarlos, humano.
— Jeongguk, me llamo Jeongguk —susurró éste, limpiándose el rostro para empezar de nuevo —. Y no tengo idea de cómo hacerlo. Usted lo dijo, no tengo oportunidad contra ella. Quizá si me dijera dónde está el abuelo de JiMin, yo podría ir a buscarlo para pedirle ayuda...
— Oh, el viejo Mac Lir ha regresado su roca — dijo el druida en un suspiro —. Macha lo encerró ahí, de nuevo. Estuvo tan triste por dejar a su nieto en Oslo, que no pudo con ello — Jeongguk esperaba que el druida estuviera triste también, pero cuando alzó la mirada, el viejo sonreía —. Ahhh, pero ya te tenemos a ti, Jungoat. Deberás ir por la selkie a la cabaña de Macha, y después volverán a Feroe para hallar la piel. Está bajo la mirada de Mac Lir. Cuando la selkie tenga su piel, podrá cantar y liberar a todos.
Jeongguk sonrió débilmente, acostumbrado ya a que no pronunciaran bien su nombre.
— Pero, ¿cómo llegaré ahí, druida?
— Ahora, con lo importante: deberás seguir las huellas de la selkie, ellas te llevarán a la cabaña. Son las guías. También los conducirán a su piel. Pero debes apresurarte, JiMin no tiene mucho tiempo... sin su piel, puede morir. Deberá soplar la caracola para romper el hechizo.
El druida se apresuró a subir por las rocas de la caverna, hasta llegar a un pequeño hueco, que lucía como una salida. Apartó su cabellera y señaló el túnel, iluminándolo con sus infinitas hebras, que guardaban las historias del mundo.
— Rápido, niño. Queda poco tiempo. Tienen hasta el amanecer.
•••
El druida es de mis personajes favoritos. Porque está loco.
Y el zorro es escurridizo, no me pregunten cómo llegó a la cueva sin ser idiota.Gracias, de nuevo. 🦊
Nos leemos. ✨ΚΛΙ
ESTÁS LEYENDO
The Song of the Sea || KookMin
FanfictionLa magia del océano se esconde en su canción. ° Playlist. ° No copias-adaptaciones. ° Ficción. ° Basada en la película "The Song of The Sea", de Tomm Moore. ° Violencia-sexualidad implícita. • Sisisí, es mitología irlandesa pero yo quiero que est...