Comienzo

3.8K 357 54
                                    

Cap. 12

Las cosas estan un poco extrañas en casa, desde que le mostré la prueba, al observar el resultado  tuvo que tomar asiento  de nuevo lo vi poner esa mirada que me hace dudar de todo lo que pienso sobre el, Sasuke sólo se encerró en su oficina por el resto del día y yo opte por comer en mi habitación y al igual que  mi esposo no salir.

Pero ahora después de días en los que el vuelve cuando ya estoy dormida me pregunto que está pasando, estoy acostumbrada a los gritos y las palabras hirientes, a los golpes llenos de furia, más no al silencio y esto está haciendo que mi ansiedad crezca y mis náuseas empeoren.  Miro el reloj sobre el buro de mi cama y me pregunto si hoy solo lo sentiré deslizarse a mi lado en completo mutismo...

*
*
*
*
*
*

Miro el vaso de agua junto con las vitaminas prenatales justo sobre el buro al lado de mi cama, tomó el vaso queriendo saber que dice aquel pos it adherido a el, la letra en el hace a mi corazón encogerse de melancolía.

"Te veo en la comida"

Un mensaje tan sencillo pero con un mensaje implícito, el tenía algo que comunicarme y ahora eso sólo ocasionaba que mi preocupación creciera. Miro el papel de nuevo y no puedo imaginar a que magnitud afecte  esto sus acciones, Sasuke  al contrario de mi tiene una culpa difícil que llevar...

Camino a mi armario y urgo al fondo donde están aquellas prendas favoritas de las que nunca  te deshaces donde escondes cosas valiosas, y me alegro un poco cuando mis manos dan con aquella caja, me siento en el suelo cuando la tengo entre mis manos, inspiró hondo antes de poder abrirla, aún duele... No importa cuanto tiempo pase, los recuerdos aún duelen.

Miró su interior haciendo que mi corazón marchito y roto  de un brinco de felicidad, debo protegernos, debo hacerlo.

*
*
*
*
*
*

Me miró en el espejo y observo mi largo cabello en una cola alta,  checo el reloj y decido bajar para esperar por Sasuke, camino por las escaleras escuchando el tenue andar de Suigetsu justo tras de mi, parece que evitar  que caiga con un mareo se volverá un deporte extremo para el.

Miro el comedor y veo a la servidumbre moviéndose con prisa para poner una mesa bonita y elegante sólo para dos personas, una mesa deslumbrante para ser desecha con furia y gritos, ojalá pudiera no recordar todo aquello pero es  complicado cuando lo último que has vivido es la misma porquería que te lástima.

Shizune mi ama de llaves me mira mientras revisa que todo este en su sitio, me regala una sonrisa antes de volver a la cocina, camino al recibidor y miro la puerta con nostalgia recordando el día en que ella me recibió en este lugar, venía más rota y adolorida de lo que puedo recordar haberme sentido nunca, fui traída para ser olvidada, humillada y encarcelada...

Mi corazón se agita con el pensamiento de que lograron su cometido de hacerme sentir tan miserable y sola en este lugar, si no fuera por las miradas suaves y las sonrisas alegres de mi servidumbre tal vez estaria loca o algo peor...

Miro la puerta abrirse y con ello a mi esposo entrar seguido  de sus guardias, cuando levanta el rostro de la pantalla de su celular lo veo mirarme con sorpresa, es la primera vez después de varios días que podemos mirarnos frente a frente, su mirada viaja por mi cuerpo, cuando se percata de su acción me da la espalda para quitarse el sacó evitando mirarme me alejo  dándole su espacio y camino en silencio al comedor.

Nos sentamos uno al lado del otro, mi mente con ironía me recuerda que físicamente estamos aquí pero hay un abismo entre ambos. Nos ponen la comida frente a nosotros y Sasuke se dispone o tomar sus cubiertos, arrugo la nariz, algo que contiene la comida hace mi estómago encogerse, no deseo desechar todo después pero no me es permitido quejarme cuando el ya está ordenando traerme otra cosa, una ensalada y un filete a la plancha me es traído quince minutos después.

CIELO NEGRO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora