CIELO NEGRO

Retazos.

Capítulo 15

Miró a mi nueva guardaespaldas al lado mío. Cuando todo dentro de mi parece querer morir con desilución ella me mira con aquella sonrisa que guarda mil secretos. Tengo miedo pero al mismo tiempo sacó valor de aquel inmenso amor que poseo para dar a mi nuevo tesoro.

Me miro en el espejo cada mañana  concentrando mi mirada en aquella pequeña protuberancia en mi estómago, imaginando mil rostros y sonrisas tiernas. La ilusión al fin tomando terreno en mí, después de huir de ella y no dejar que mi corazón se acelerarse con alegría, al fin puedo gozar de ella y agarrarme con uñas y dientes creando en mi mente al fin un futuro brillante para ambos.

Sasuke me mira mientras duermo y mientras estamos juntos, sus ojos distantes me hacen preguntarme si el de alguna manera se encuentra feliz e ilusionado con todo lo que ha estado sucediendo. En mi cabeza sólo está la imagen de un Sasuke resignado con esto pues de alguna manera después del primer bebé supe que el jamás querría otro en nuestra vida.

Me miro en el espejo de cuerpo completo de nuevo antes de mirar a TenTen al lado de la puerta y después salir al comedor, ahora con dieciseis semanas y el medicamento las náuseas son menores y mi peso ha regresado un poco.  La chica camina detrás de mi en completo silencio y ella no ha dicho una sola palabra desde que llegó aquí hace una semana y mi desconcierto no ha podido ser resuelto por nadie, mi próxima cita con Tsunade es dentro de ocho días más.

En el comedor el espera por mi mientras revisa su celular, la mirada en su rostro me deja pensativa, hay tristeza y dolor ahí mientras lo veo inspeccionar con detalle la pantalla, cuando levanta la vista hacia mi puedo ver su mirada distante y dura inspeccionar mi cuerpo. Deja el celular en la mesa y da la señal para que nuestros alimentos sean traídos, miro a mi alrededor notando a Juugo junto al gran arco y a Suigetsu al fondo de la habitación y soy conciente de TenTen detrás mío.

No quiero pensar en nada relacionado con mi ida de aquí no quiero pensar en todas aquellas personas que saldrán heridas o sufrirán por mi culpa,  no quiero imaginar todo lo malo que ocurrirá, mi corazón sólo se siente ilusionado con sólo poder apreciar la luz al final del túnel, así que cómo en silencio y me concentro en los sabores explotando en mi boca.

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Es tarde cuando regresó a casa después de un día de compras, la sonrisa en mi rostro se hace  aún más grande al recordar el momento cuando mi salvadora entró conmigo al vestidor y cubrió su micrófono mientras me decía que estaba ahí para investigar todo lo necesario para poder armar un plan de escape.

— El me envió aquí. Tengo que hacer que el confíe en mi y recolectar todo la información posible para poder armar un plan. Puedes confiar en mi soy la mejor en lo que hago. Tu puedes confiar en mi por  que a diferencia de muchos trabajadores, yo jamás he trabajado para los malos -

Había una sonrisa en su rostro y la tranquilidad que me transmitió me hizo sentir segura y a salvo. Ahora es cuando puedo confiar en mi plan y llenarme de gozo al dar un paso más al frente.  Suigetsu camina detrás mío con bolsas en las manos al igual que TenTen. Ropa nueva para mi y para mi nueva pancita, mi bebé necesita espacio y comodidad y voy hacer todo lo posible por tenerlo cómodo y a salvo.

Me dirijo a su estudio pidiendo que coloquen  mis cosas en mi habitación, vi su auto y a su sequillo de guardias en la casa, tal vez ver la cara que pone con mi nuevo atuendo es sólo mero capricho.  Entro a su estudio sin anunciarme  pero mi rostro llenó de sorpresa sólo muestra un poco de lo mucho que  siento.

Samui está ahí junto a él, sus brazos sobre sus hombros y sus labios junto a su oído, algo dentro de mi arde con furia el líquido venenoso recorriendo mi cuerpo, la odio, la odio tanto...