Prefacio.

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||Ante todo, este capítulo tiene un lenguaje un poco más...Venezolano, pues a fin de cuenta, está enfocado acá y ya que conozco bien el dialecto y el léxico que utiliza el Venezolano, decidí aprovechar eso para escribir el capítulo, los demás capítulos serán algo distintos respecto a lenguaje. Buena lectura, esta historia es para participar en el concurso "Transforma tu cliché."

Aquel recuerdo formaba parte de mi subconsciente como algo eterno; como el mayor error de mi vida…

El local de tatuajes quedaba lejos de mi casa en la ciudad de Maturín. Acababa de graduarme con un doctorado en Psicología. Mis amigos y yo decidimos hacernos un tatuaje para celebrar ahora que finalmente habíamos regresado a la ciudad en la que nos graduamos y nos formamos como individuos.

—¡Vamos Josué!, ¡No seas maricón!—Fue la voz de Marcos, mi mejor amigo. Un chico alto, de un metro noventa más o menos. Portador de unos enormes ojos café claro y una piel color avellana, junto con un cabello negro azabache que le cubría parte de la frente cuando no se lo estaba peinando hacia arriba cada cinco minutos.

—Estudiar en el exterior le hizo mal, adoptó costumbres gringas—Exclamó Sofía, bromeando. Una preciosura de piel blanca, tenía cabello castaño peinado a rulos cortado hasta el inicio del cuello. Era la novia de Marcos, al igual que la chica con la que había compartido los últimos años de mis estudios primarios y toda la secundaria y preparatoria.

Me causaba mucha gracia el hecho de que hablaran tanto de la “costumbre gringa.”, ellos dos no eran xenófobos, ni mucho menos. Eran dos chicos bastante abiertos, simplemente eran bromas entre latinos. Siempre habíamos creído que nuestro estilo de vida era mucho más alocado qué el de los americanos y siempre solían bromear con eso, en especial Marcos y Sofía. Yo formaba parte de sus bromas hasta que me fui a realizar mis estudios de psicología en los Estados Unidos. Mis bromas no disminuyeron por el hecho de que creyera el comentario incorrecto, era en parte muy cierto. Los latinos llegaban a ser tan alocados en ocasiones qué no era del todo agradable. Dejé de decirlo por el simple hecho de que aquello me hubiera costado una paliza.

Tampoco era como que pudiera quejarme de ello. Yo era nacido en Venezuela, sí. Pero mi familia era extranjera. Mi padre; Dominick Cavalli nacido en Venecia, y mi madre, Johanna Du Rousiff, una mujer nacida en Portugal. Ambos se conocieron de la misma manera que muchos emigraban a Venezuela en los años 70’s, por oportunidades de trabajo, las cuales gracias a dios habían conseguido.

Yo era objeto de miradas la gran parte del tiempo. Mi cabello castaño totalmente liso y mis grandes ojos verdes solían ser motivo de la atención de los venezolanos en general, porque era algo totalmente nuevo. Un chico extranjero, con un acento un tanto raro con orígenes étnicos completamente desconocidos; no era algo que se veía todos los días.

Entramos al salón y nos miramos los tres mutuamente, formando un triángulo en el medio de la sala.

—¿Quién va primero?—Pregunté.

—Pues el que tenga claro qué quiere hacerse, creo yo.—Sugirió Sofía.

—¡Yo voy primero! A enseñarle al gringo cómo se hacen las cosas.—Habló Marcos casi gritando. Sonriendo, feliz, irradiando felicidad a todo a su alrededor. Lo comprendía, había pasado tiempo desde la última vez que nos habíamos juntado los tres y estar juntos de nuevo era fascinante.

—Y dale con eso…—Bufé cruzándome de brazos, fingiendo un enfado.

Nuestro artista de tatuaje salió del pequeño cuarto en el que parecía iba a tatuarnos a todos. Tenía aretes y la cabeza completamente rapada, sin contar que usaba una camiseta de tirantes que dejaba mostrar todos sus brazos tatuados, que estaban llenos de tinta al igual que su cuello, lo que dejaba ver de su pecho, sus hombros, y el inicio del mentón. Probablemente mi padre en este momento intentando hacer chistes hubiera dicho algo como «Éste está más rayado que cuaderno de mongólico.», intentando sonar como todo buen venezolano haciendo chistes de humor negro. 

Rosas y Espinas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora