X - Una Tarde Sentada

13 1 0
                                    

Cristina volvió a la celda junto con Debbie, ambas molestas, Belmonte simplemente golpeó la pared durante todo el día, esa noche no pude dormir, los días aquí son largos, demasiado largos, pero cuando el sueño se va volando las noches son aun mas largas, me mantuve recargada en los barrotes de la celda, mirando frente a la celda de Amber, no paraba de dar vueltas y Cristina farfullaba en sueños, farfullaba durante casi todo Octubre.

Las fiestas se acercaban y anhelaba mas la libertad, recordaba los hechos de estar fuera de la prisión, como la noche de brujas, la festividad mas próxima, conforme iba creciendo la noche de brujas se volvió uno de mis días favoritos del año, una señora de edad avanzada que vivía en Olimpia a dos calles de mi casa siempre daba en lugar de dulces rebanadas de pastel, para Navidad tenía mi rostro lleno de granos, año tras año, conforme crecíamos cambiamos el ir disfrazadas casa por casa a pedir caramelos por el ir a fiestas de jóvenes donde se daban los primeros tragos al alcohol, los primeros fuegos a los cigarrillos y los primeros besos a la intimidad que se encuentra entre las sabanas de la cama del anfitrión o de sus padres, aún recuerdo la primera fiesta de noche de brujas a la que asistimos Ileanna, Tom y yo, mi hermana con 17 y yo y Tom con quince, era tradición ir disfrazados, mientras que en aquella primera fiesta mi hermana optó por ser una versión mejorada de Sarah Jessica Parker en aquella película de brujas de Disney y yo caracterizada como Charlotte Blackwood de Top Gun, Tom no quiso disfrazarse mas bien prefería ir al natural, creo que fue en esa fiesta cuando Ileanna comenzó con su vicio, vicio del cual yo también me convertiría en fanática en un par de años.

Me encontraba sentada en la grada mas alta del patio de la prisión, fumando un cigarrillo e intentando dejar de lado los pensamientos de Rattie o aquella gorda, pensaba en Halloween, en los chocolates sneackers y en las cervezas de las fiestas, Dios, que daría yo por probar un Milky Way o incluso un Twinky otra vez.

-Hola- saludó Amber sentándose a mi lado.

-Hola Amber- respondí el saludo centrando mi mirada en ella.

-¿Cómo estas?- preguntó.

-Bien, ¿Tu como estas?

-Pues no me quejo- dio un suspiro y miró el muro de la prisión, donde estábamos nosotras podíamos ver claramente el alambrado y mas allá, la carretera y algunos letreros que anunciaban la próxima salida a Salem -Dime, ¿No te has encontrado con Tarynn?

-No, ya son dos semanas desde la ultima vez, sinceramente me siento aliviada con un toque de preocupada- respondí -¿Y tu con Rattie?

-Pues, lo normal, su dinero o cigarrillos semanales y ya no me busca mas- agregó -Miranos, esto es como la escuela.

-Solamente me imagino una escuela primaria de esas de hijos de ricos.

-Ciara, una escuela primaria de clase alta es diferente a esta ratonera- aclaró burlona -¿En que se parecen?

-Bueno, los alumnos usan uniformes igual que aquí.

-¿En que se parece este mono naranja en una blusa blanca, una falda verde, una corbata del mismo color y un suéter igual verde?

-Pues en su suéter llevan bordado su nombre y nosotras llevamos nuestro numero en nuestro uniforme- dije mostrándole aquellos números negros -Además todas visten igual y es obligatorio.

-Solamente bordan su nombre si los pierden mucho y tienes razón en ese punto- comentó -Pero ¿Tienes otro factor?

-La biblioteca, esas escuelas tienen una biblioteca, y aquí tenemos una.

-Si, pero la mitad de los libros son manuales e instrucciones, y la otra mitad son historias- refutó -Además esos libros están rotos, y llenos de vulgaridades y dibujos de penes- dio una risita -Pero, no me refería a eso.

-¿Entonces?

-Tu y yo, sentadas en el patio de la escuela, hablando de nuestras abusadoras de turno.

-Tienes razón- señalé aquel pequeño estadio de basquetbol y futbol -Imagina que ese es el estadio del campus y el equipo de la escuela esta en los vestidores.

-El edificio de atrás son las aulas, recién salí de mi clase de química y tu de tu clase de literatura.

No sabía por que, pero sin darme cuenta me encontraba otra vez sumida en un pequeño estado de niñez, me sentía como una niña, como una niña que tras veintinueve años era feliz.

-¿Te puedo hacer una pregunta?

-Si, claro.

-¿Aquí celebran las festividades?

-Algunas, Navidad, Dia de Gracias, Año Nuevo y el Cuatro de Julio, esas las patrocina la alcaide y demás personal- comentó -Pero ahí otras que aunque no tenemos permiso de celebrar públicamente las celebramos de forma "secreta", San Valentín por ejemplo, ese día hay montones de cartas de papel y en la noche, una no puede dormir por el ruido que hacen las demás al tener... y sabes, follar con su pareja... San Patricio también lo festejamos clandestinamente, alcohol casero y de contrabando por todos lados, algunas tiñen su cabello de verde y como olvidar Halloween, el mejor día para el contrabando, cualquier cosa con grasa, harina o azúcar lo puedes encontrar a buen precio.

-¿Entonces Halloween se limita a comer chatarra?

-No para nada, en la sala multiusos proyectan películas de terror todo el día, desde que acaba el desayuno hasta la llamada al conteo.

-No suena tan mal.

-Para nada- dijo ella -Después ha esperar tres semanas para Dia de Gracias, luego casi un mes para Navidad, la cual no es tan grandiosa como puedes llegar a creer.

-¿Tu como celebras estos días?

-Pues, por lo general compro cerveza, unas tres latas, también uno de esos pastelillos rellenos de crema, patatas fritas y algunas otras cosas que encuentro en la tienda de Myrna.

-¿Quién es Myrna?

-¿Llevas tres meses aquí y no sabes quien es Myrna Hopkins?- dijo -Conocerla es básicamente esencial.

-¿Me llevas a conocerla?

-Claro, ven.

Bajamos de las gradas y comenzamos a movernos dentro del espacio de las celdas, caminamos entre aquellas habitaciones con barrotes, subíamos las escaleras de nuestra residencia hasta el ultimo piso estaba la celda en la cual estaba no solo ella, sino que también habitaba la chica del tatuaje en el cuello que hacia de presentadora aquella noche del espectáculo de las duchas.

-Hola Myrna- saludó Amber con voz un tanto baja.

-Hola Amber- una chica de cabello un tanto castaño devolvió el saludo, alzó su cabeza y me miro -¿Eres nueva?

-Llegué en Agosto- respondí.

-Pues, bienvenida al emporio de contrabando de Myrna Hopkins, ¿Cómo te llamas?- preguntó

-Ciara.

-Mucho gusto Ciara, me conocen por conseguir todo lo que tu te imagines, cigarrillos, vodka, tinte para el cabello, revistas playboy ya sabes solo pidemelo, además yo soy la que corre las apuestas.

-¿Apuestas?

-Si, aquí cuando va a haber una paliza o pelea de pandilla va a ocurrir, ya se sabe desde hace días, es como apostar en el box- dijo ella -Por cierto, Amber, creo que esta pelea llamará tu atención.

-¿Quién contra quien?

-Rattie contra la jefa de Tarynn.

Sombras Oxidadas #ZafiroTrailersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora