XVI - Aliento

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Cuando una lleva en Steelwood un tiempo, se da cuenta que muchas cosas que ocurren en la prisión pasan bajo el radar de la mayoría de las reclusas, cuando una entra a aquí se hunde en dos clases de pensamientos, el salir de aquí y el sobrevivir.

En cuanto el tiempo transcurre, comenzamos a preocuparnos por más cosas, en huir de ciertos problemas, el mantener el trabajo de la cárcel y tal vez comenzar a preocuparse por lo que sucede en el exterior, en distintas ocasiones he escuchado a las reclusas reflexionar, preguntándose si su hijo le estará yendo bien en el colegio, si su marido las está siendo infiel, entre muchas otras conjeturas.

Es fácil que una no se dé cuenta de lo que sucede, no nota lo que está ocurriendo en la celda contigua o en el patio, solamente se pierde en sus pensamientos, y eso estaba bien, aquí las entrometidas simplemente no agradaban, y bueno lo que pasa con ellas después es fácil de comprender.

En Julio el centro correccional femenil de Steelwood cumplía ciento veinticinco años de existencia, por ende Harsmen creó un evento social para las guardias, funcionarios y sus familiares, por supuesto yo cumplí con mi deber de organizadora de eventos y festejos, ideé una cena en la cual había un acto principal, algo así como las cenas de las grandes empresas que invitan a sus empleados a un festejo que se celebraba en un hotel de cinco estrellas como alguno de la cadena Hilton o Marriott, entonces le propuse a la alcaide que desarrollara el evento en el salón multiusos que estaba adaptado como un auditorio, después de organizar las mesas y las sillas en el lugar, debíamos organizar el menú, por supuesto Sparr creo lo que comerían los invitados ese día, habían conciliado en filetes de res con patata al horno, Butcher casi le da un golpe a Sparr cuando le dio la orden de cocinar toda esa comida, ella y su equipo, después faltaba algo de entretenimiento, Harsmen contrató a su sobrino que era un joven prodigioso en el piano, pero eso no era suficiente, al joven que tocaría canciones diferentes de compositores diferentes, principalmente jazz, aquella tarde que estábamos dándole los últimos toques al evento, -¿Qué sucede Argerich?, ¿No luce como te lo imaginabas?- preguntó la alcaide.

-Hace falta algo- dije -Algo de lo que hablen las guardias al regresar a casa con su familia.

-¿Debo cancelar a mi sobrino?

-No, no, pero debe de haber algo más, algo que acompañe pero que no opaque.

-¿Estas sugiriendo que contraté a alguien que canté?- preguntó nuevamente, pero ahora escéptica.

-Bueno, tal vez usted conozca a alguien

-No, bueno, en realidad si, pero lo que sucede es que cobra bastante caro y no sé si podamos solventarlo, es un cantante que forma parte de un grupo homenaje a Queen.

-Ya veo, pero yo conozco a alguien que puede ser útil.

-Vamos Argerich, ¿Quién es? Déjate de rodeos.

-Es una amiga, Kristen Fellacanti.

-¿Fellacanti? ¿La del homicidio en San Francisco?- dijo en tono burlón, luego volvió a su tono serio -Bueno si su historia es cierta por lo menos debe ser una buena cantante- agregó -Pero, ella no se podría parar en un escenario vistiendo su uniforme de reclusa, aunque la verdad podríamos hacer unos arreglos, tengo un vestido y unos zapatos que le pueden servir.

-Creo que con ella el evento estará completa.

-Tienes razón y espero que no te equivoques, te advierto desde este momento que, si algo sale mal, tu, tu amiguita Hayes y tu otra amiguita Fellacanti irán al agujero de aquí a que la década acabe, ¿Entendiste?

-Si señora.

-Van a asistir gente importante y no quiero que yo o mi administración de Steelwood queden mal.

Bajo aquella amenaza hicieron llamar a Kristen para hacerle la oferta, ella aceptó sin duda, a ella le hubiese gustado hacer eso, después de todo, no había ingresado una cantidad considerable de reclusas igual o incluso mayor como la que fui parte, por lo que ella no tenía que asistir a espectáculo alguno.

La gran noche llegó, Harsmen brillaría esa noche al igual que Kristen, yo y Amber estábamos sobre una especie de corredor de madera que estaba colgando sobre el techo como si fuese un balcón, nos permitieron permanecer allí mientras el espectáculo durase, habíamos comprado a Myrna una bolsa grande de patatas fritas, un paquete de jamón serrano, y una botella de vino, ella solo nos cobró sesenta y cuatro dólares, después de todo había hecho feliz a su amiga.

-¿Qué opinas?, ¿Crees que le haya cobrado algo a las guardias?- estábamos sentadas, mirando el cómo cerca de veinte guardias con sus parejas la mayoría, la enfermera, Sparr junto con su esposo y la querida Jasmine Harsmen conversaban mientras escuchaban a su sobrino tocar el piano, consiguieron que algunas chicas y chicos que trabajaban en servicio comunitario (antes de ir presos) trabajaran como camareros en lugar de limpiar la carretera.

-Probablemente- respondí -Su sobrino no toca nada mal.

-Pues por lo menos tenemos música decente gratis- dijo entre risas.

Una suave brisa azotaba mi cuello, giré mi cabeza y encontré que una pequeña ventana estaba abierta, la observé, no era muy grande, pero era de mi tamaño, incluso un poco más grande, podría escabullirme por allí, después, colgarme por un pequeño cable que colgaba desde la ventana hasta la torre de guardias, de ahí podría escalar hacia abajo y correr por el bosque hasta Portland, encontrarme con Ileanna, tomar nuestro dinero e irnos a vivir a Grecia, estaba a tan solo un paso de la libertad, entonces miré a mi amiga y me di cuenta que era un plan absurdo.

Paso el tiempo de la cena y era hora del gran espectáculo, del momento más importante de la noche, cuando Kristen emergió de un costado del piano muchas guardias se sorprendieron, usaban un vestido color azul oscuro con lentejuelas y unas zapatillas de tacón azules.

-Se ve hermosa- dijo Amber, tenía una mirada penetrante dirigida a Fellacanti.

-Si, bastante.

Cantó una serie de canciones bastante hermosas, Strangers in the Night y Fly me to the Moon de Frank Sinatra, I love you Baby de Frankie Valli y otras más, en cuanto comenzó la primera canción, la primera canción de Sinatra, los dedos de Amber comenzaron a moverse cerca de los míos los sujetaron y después se entrelazaron, su mano estaba cálida, para ser una chica de piel bastante pálida, giré mi vista y encontré su mano unida a la mía, fue una sensación bastante... indescriptible, levanté mi vista y la descubrí mirándome, luego yo la miré, compartimos miradas fijamente durante un momento bastante prolongado, tenía mirada de corderito, tenía un resplandor especial en sus pupilas, su respiración aumentaba, notaba que soltó un pequeño suspiro mientras subía sus hombros, cerré mis ojos y esperé lo que tenía que ocurrir, sentí como nuestros rostros se acercaban, cada vez más, nuestros alientos se combinaban y cuando lo que tenía que ocurrir estaba a punto de ocurrir, -Reclusas, se acabó el espectáculo, vuelvan a sus celdas.

Nos levantamos, la guardia nos esposó y caminamos rumbo a nuestras celdas, en el camino pensaba en lo que acaba de ocurrir, no sabía que hacer, la guardia me metió en mi celda y me recosté en mi cama, no podía dormir, tenía una sensación extraña que me inundaba, miraba hacia el techo, luego giré mi cuerpo y mire a la celda de Amber, ella igual estaba despierta, miraba la pared, de su celda. Estaba callada, al igual que yo, tenía intensiones de hacer algo, de ir con ella, pero a la vez quería quedarme en mi celda y no hablarle más, ¿Qué había sucedido?, ¿Por qué había sucedido?

Sombras Oxidadas #ZafiroTrailersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora