Los periódicos y noticieros de la radio y televisión, incluso en Internet inundaban con la noticia de la riña entre Bozeman y Rattie, tan solo dos días después, sinceramente, me llegue a sorprender por el hecho de que tardasen tanto en exhibir a Harsmen en los medios, ella se sentía bastante ahogada, pasaba el día tratando de pensar en una forma de acallar a los medios, pero ya no eran los años veinte y la censura de la prensa ya no era común ni legal, entonces buscó una forma de tratar el tema, sumado a que existía una posibilidad de que el asunto del esposo de Sparr con la reclusa Fellacanti saliera a la luz y vaya que tendría una bomba atómica entre manos
Tan solo tres días después de publicada la noticia decidió dar una rueda de prensa ante los medios, un lunes temprano por la mañana Jasmine Harsmen y la oficial Carly Sparr se exhibieron detrás de un podio que ensamblaron frente a la prisión, comenzaron a hablar
Jasmine estaba nerviosa esa mañana, había ensayado muchísimo sobre todo lo que le preguntarían, inclusive me entregó a mi y a Kristen unas tarjetas con posibles preguntas, fingíamos que éramos miembros de la prensa y ella respondía, quería verse, ¿Cómo lo decía ella?, natural, confiada y sincera, nada fuera de lo común.
Esa mañana llegó y la alcaide y su jefa de guardias se acercaron al podio desde donde hablaron, resulta que yo y mis amigas vimos la transmisión en vivo desde el despacho de la enferma Galvell, una mujer amable que se ofreció ver como nuestras autoridades hacían el ridículo tratando de salvar el barco que era su administración, en el fondo sabía que la llegada de una alcaide o jefa de guardias mas estricta sería nuestra perdición.
—¿Considera usted que debemos preocuparnos por nuestras familiares, amigas o parejas que están aquí dentro?
—No, no hay de que preocuparse, si alguno de ustedes o del publico tiene alguna conocida recluida aquí dentro tengan por seguro que no solo tendrán reivindicación, corrección y reinserción a la sociedad, sino que también estarán seguras aquí dentro.
Se escuchó un agetreo y una mujer levantó la mano —Para el Oregon Daily, creo que todos nosotros queremos saber el como falleció la reclusa en cuestión.
Harsmen se jaló el cuello de su blusa y dijo —Sabíamos de ante mano que eran un par de presas conflictivas, se opusieron a su arresto y debo admitir que no eran reclusas modelo, eran bastante combativas, y sobre todo debo admitir que unos de los mayores retos de mi administración en la Correccional Femenil de Steelwood es reintegrar a cada una de las presas de vuelta a la sociedad y ser mujeres de bien, pero ellas me costaron bastante trabajo, y bueno llevaron a cabo muchos conflictos secretos y esperaron el momento en el que me ocupe de unas reparaciones de la prisión para atacarse mutuamente, una resultó severamente lastimada y murió al instante, nuestra enferma no pudo hacer mucho.
—¿Cómo fue lastimada?— volvió a preguntar la reportera.
—Se golpeó la cabeza contra el muro.
—Vaya estupideces— dijo Cristina burlona.
—Bueno, ella hace lo que puede, la mujer no sabe manejar la situación— mencionó Debbie —Solo busca mantener su mandato en este lugar, y limpiar su imagen.
—¿Realmente cree que nadie buscará la verdad?— exclamó Kristen.
—¿A que te refieres?
—Simplemente hace falta algún reportero que venga y le pregunte a cualquiera de nosotras y sabrá lo que realmente pasa.
—Kristen, Harsmen sabe perfectamente lo que hace y si un reportero viene a interrogar a una presa, hará que le corten la lengua antes de que manchen su preciosa imagen— dijo la enferma Galvell, tenía un tono de voz bastante suave y melodioso, de esos que te pueden hacer caer en un sueño largo y profundo.
