Esa noche no pude dormir, el pensamiento de lo que podría pasar con nuestras vidas al salir era duro, pensaba en como sería el regresar a casa, pero pensaba aún más en Amber, era claro que yo saldría antes que ella, bueno dos meses antes, pero me preguntaba el como mantedriamos nuestra relación al salir, era claro que por el momento solo estábamos saliendo, pero en el fondo quería ser algo más de ella, ser su compañera de vida tal vez, el compartir tal vez un piso en algún edificio, o tener un perro para nuestra primera casa cerca de un lago, realmente sentía algo por ella.
El día siguiente fue un día bastante normal, era martes, los martes no hay algo interesante en específico.
Lo interesante fue esa noche, esa noche fue el espectáculo de media noche, cinco reclusas que llegaron al mismo tiempo que Skyler estaban situadas en el ring de lucha para saber quien sería criada de quien, me intentaba mantener al margen, el involucrarme en un evento donde era claro que Tarynn o Rattie estarían sería algo imprudente de mi parte, sin embargo, la curiosidad me invadió aquella noche, cuando abrieron la celda para que Cristina fuese a presenciar aquel show me levante de mi cama y fui con ella, el recordar la manera en la que todas miraban a la rubia cuando entró, el como la toqueteaban y el como le gritaban fueron mis presenciales motivaciones para ir a ver si ella estaba entre las luchadores y si ella sería criada.
Al llegar me senté en una silla junto a Dott y Reneé, a estas alturas me comencé a preguntar porque Debbie no acompañaba a su novia a esos eventos, la respuesta me la dijo la tatuadora esa noche, -Debbie no cree en estas ridiculeces, a diferencia de ella, yo tengo la obligación de venir a ver.
Minutos mas tardes, Tarynn, se me acercó con ansias de decirme algo que para ella le resultaba decepcionante, un evento interesante -Irlandesa, veo que el destino no puede dejar de juntarnos- dio una risa -Si vienes a ver a tu amiga rubiecita, temo decirte que ella no estará en el ruedo, agradécele a tu amiga Belmonte, ella tuvo mucho que ver para que no la incluyéramos.
-Tarynn, tu dueña te busca- dijo Reneé, una chica fría de Canadá, en el fondo yo la miraba de una forma imposible, ¿Una canadiense en una prisión americana?, era una chica educada, inteligente y de buen carácter (aunque suene contradictorio), no me imaginaría el porque esta aquí encerrada.
Intenté concentrarme en la pelea, en lo que ocurría, al final quedaron tres reclusas, reclusas bastante hermosas, una morena, una rubia y una de piel oscura, Rattie hizo una seña y la morena y la de piel oscura golpearon simultáneamente a la rubia, después las dos se molieron a golpes mientras la rubia yacía en el suelo con sangre saliendo de su nariz, al final la morena quedó con inmunidad.
Estos días fueron bastante terribles, la tormenta ya había tocado tierra y los pobladores empezaban a buscar un refugio subterráneo.
La primera lluvia tenía el nombre de Milton Sparr, quien llegó un día a la oficina de Jazmine Harsmen.
Ese día no vi como llegó, pero si vi el como se fue.
Abrí la puerta de la oficina, y al entrar encontré a Kristen, con su uniforme desabotonado, las bragas arañadas y sus piernas rasguñadas, gire mi cabeza y encontré a Milton acercándose a ella de forma violenta, le tomó del cuello y la estrelló contra la pared, llevó sus manos detrás de su sostén y comenzó a desabotonarlo -No sabes cuanto tiempo esperé esto Kristen- dijo, Milton se agachó y tomó una vez mas sus bragas e intentó bajarlas, la rubia alzó sus manos y tomó un marco de una fotografía del gran cañón, se lo estrelló en la cabeza a Milton, dio un chillido y la maldijo, ella con lagrimas en los ojos tomó una estatuilla del escritorio de Harsmen.
-No te me acerques- dijo ella empujando su cuerpo contra el suelo, su cabeza chocó y un poco de sangre brotó de esta, luego le apuntó con la estatuilla.
-¿Y si no?, ¿Me golpearas con esa estatuilla?- dijo en tono burlón -No puedes, en el fondo sabes que eres débil, que no puedes hacer algo.
-No me conoces, si te dijera el porque estoy aquí te sorpenderias- dijo rechinando los dientes.
-Si, si se que estas aquí por dispararle a tu novio- dijo burlón.
Ella con mas rabia que lógica estuvo a punto de golpearle en la cabeza con dicha estatuilla, entonces me pregunté que hacer, si intervendría el ganaría, pero si ella le golpeaba ella ganaría pero quedaría perjudicada.
-¡Kristen!- grité -Espera.
-Ciara, puedo explicarlo- respondió pisándole la rodilla.
-No es necesario lo vi todo- mencioné -¿Que vas a hacer?
-Mataré a una rata- dijo ella -Eso haré.
-¿Sabes que pasará si lo asesinas?- trataba de calmarla, no sabía cómo actuar, era mi amiga y si bien debí hacer algo antes de que él entrará ahora debo hacerlo -Iras a aislamiento, para empezar, te enviaran con las peligrosas, y como guinda del pastel, te adjuntarán otro asesinato, tal vez te doblen la sentencia.
Kristen lentamente bajaba la estatuilla del caballo hacia el escritorio, entonces dijo -No vale la pena.
Se levantó lentamente y me abrazó, estaba sollozando.
Fue entonces cuando realmente sentí una alma rota, una pobre alma que cada instante era el más duro de todos, que en los dos caminos que tenía ambos tenían peligros.
Dejó a Milton Sparr por la paz, obviamente el asunto comenzaba a hacer ruido, ciertamente a Harsmen no le hacía gracia aquel rumor.
Una tarde, una tarde de finales de Julio, el 28 de Julio, Amber me mandó reunir con ella en su celda a solas, me miró a los ojos, luego me besó profundamente y me dijo -Hagamos las cosas bien.
-¿A qué te refieres?
-Ciara Mary Argerich, te pido que seas mi novia, no solo en estos muros, también afuera.
Lo que siguió después se puede resumir en "mucho ruido y amor" no nos quitamos la ropa, pero casi lo hicimos.
Ese mismo día fue el inicio del fin, resulta que el resultado de la pelea no le gustó ni a Rattie ni a Bozeman, lo que se desencadenó en una guerra de pandillas y varias reclusas en la enfermería, entre ellas la propia Gilian, pobre, fue asesinada a puñaladas justo cuando la enfermera fue a dormir.
