XVII

252 21 1
                                    

Este plan de Paulette no se dio a esperar. Con la ultima discusión que había tenido con Rubén, le dio a entender que tenia que hacer esto rápido, empezaba a pensar que el ya sentía cosas por ella. Pero queria verlo retorcerse y esa noche planeo como acercarse a sus dos amigotes, teniendo en cuenta de que eran fieles seguidores del jefe mayor y que hacer que lo traicionara seria difícil.

Comenzó con lo mas básico, que era seducirlos cada uno por separado. Era un tanto difícil ya que no tenían muchas clases juntos y siempre estaban al culo de Rubén. Pero en los pocos encuentros que tuvieron en las dos semanas, cayeron tan rápido bajo una falda corta y mas fácil de lo que pensaba. El primero fue Alex.

– ¿A donde crees que vas? - le dijo Rubén a Alex - Sabes que los viernes siempre vamos al bar de siempre...

– Ah, si, es que... tengo cosas por hacer - contesto este poniéndose la mochila en el hombro y retirándose - Los veo luego.

– ¡Alex! ¿Qué es mas importante que estar con nosotros?

– ¡Tengo vida social aparte de ustedes, tarados!

– ¡Alex! - había gritado Mangel pero este ya cruzaba el parqueadero.

Rubén no sospecho nada, claro que si se le hacia extraño que uno de sus mejores amigos lo abandonara por alguna otra cosa y mas un viernes que era de buscar chicas y embriag...

Chicas.

La idea le llego de golpe cuando ya habían pasado mas de dos horas, sentado en su sofá por que el y Mangel habían decidido no hacer nada e irse para sus casas. Trato de quitársela de la cabeza, pero era mas que obvio, ya no podía hacerse para atrás.

Por supuesto que no pudo evitar sentirse inquieto y decidió ir a confrontarlo, pero ¿en que lugar podrían estar? El apartamento de cualquiera de los dos era una opción y no pensó en mas pues no queria esperar.

– ¿Sabe si Alejandro Bravo se encuentra en su piso? - le pregunto al guardia de seguridad del edificio.

– Mmm... - el hombre regordete negó con la cabeza - No, no ha aparecido desde esta mañana que se fue a su universidad...

– De acuerdo - dijo entre dientes - Gracias.

Por supuesto, después de las clases, Paulette se había encontrado por casualidad con Alex en el pasillo y supo que seria una gran oportunidad. Lo invito a su apartamento, pidiéndole que no le dijera nada a Mangel o a Rubén y que lo esperaría a unas cuadras del campus para que nadie se diera cuenta. Obvio, este acepto.

En un Cadillac, valiéndole mil hectáreas de mierda las señales de transito o cualquier cosa, Rubén conducía con la furia llenándole los testículos, la frente roja de la furia y el corazón roto.

Como pudo se acordó de las calle hasta llegar al edificio donde residía Paulette, y sin importarle las palabras del guardia que intento frenarlo siguió derechito hasta la puerta de Paulette.

Como calculando la cosa, Paulette había dejado la cerradura sin pestillo y tomando en cuenta la actitud impulsiva de Rubén, tenia por seguro que entraría sin golpear. Eso hizo.

Los encontró en el sillón mas grande del sofá: ella solo con sujetador y la parte de abajo cubierta aun por la falda y Alex sin la camisa e igualmente su parte baja cubierta por el pantalón.

Rubén logro verlo: una sonrisa de superioridad en el rostro de Paulette antes de apartarse de Alex y hacerse la victima.

– ¡¿Que carajos haces en mi casa?! - grito Paulette cubriéndose con una manta.

Mientras, Rubén miraba a Alex (quien rápidamente se ponía de pie colocándose la camisa) con decepción. Jamás pensó que un amigo suyo pudiera hacerle algo asi. Claro que era ridículo si lo pensabas bien, Alex no tenia idea de los sentimientos encontrados a los que se estaba enfrentando Rubén.

– Vete... - fue lo único que le dijo Rubén.

Alex dio un paso hacia la puerta pero Paulette lo tomo del brazo y lo retuvo.

– Tu no tienes derecho a decirle eso. Esta es mi casa, Rubén, el que tiene que irse eres tu...

Rubén quiso estrangularla al ver de nuevo la sonrisa de venganza que tenia Paulette.

– Alex, te he pedido que te fueras, joder... - volvió a decir Rubén sin prestar atención a las palabras de ella.

– ¡Que no! - dijo Paulette a Alex.

– ¡Alex, que te largues ya!

El grito de Rubén los sobresalto a ambos, pero solo la mirada furiosa de Rubén estaba en Paulette y Alex se hallaba en medio de miradas de guerra. Nadie dijo nada mientras Alex se arreglaba rápidamente y salía del apartamento. Al escuchar la puerta cerrarse, Paulette empezó a reír.

– ¡Eres una zorra! - dijo Rubén sin cambiar su expresión y ella solo se en congio en hombros con una sonrisa burlona - ¿Crees que esto es divertido?

La tomo de la muñeca y la zarandeo un poco.

– ¡Me estas haciendo daño! - chillo Paulette

– ¡Tu me estas haciendo daño a mi!

– No hicimos nada, sabia que si tu mejor amiguito no estaba hoy contigo ibas a pensar lo peor y por eso aproveche. No hicimos nada, Ruben...

– Estabas medio desnuda encima de el ¿Como quieres que no piense mal?

– ¿Me estas reclamando? - rio fuertemente - Ya suéltame, te ves ridículo hasta en el modo en que respiras...

– Lo único que quieres es arruinarme la vida...

– Ya hemos hablado de esto...

– ¿Por que no hiciste nada con el?

– Suéltame, cara mierda, y te lo digo.

La soltó bruscamente y ella sonrió acomodándose la manta en el pecho.

– Esto era solo pantalla, no voy a coger con alguno de tus amigos, yo solo quiero que te vuelvas loco pensando que es asi... El siguiente es Mangel.

– ¡No, no, no, no! Mangel no, ni ninguno mas...

– ¿Ninguno mas? - rio mas fuerte - ¿Como que ninguno mas? Ya... admite que te gusto, Rubén y no quieres que otro mas me tenga entre sus brazos.

– Bien, lo admito...

Just Sex [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora