XXXI

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Si antes creía y estaba segura de que su vida sería miserable, ahora con la mudanza a Londres, para siempre, lo sería aún mas. Ya no podría ver a Rubén nunca mas y esta mudanza se debía a un par de negocios que tenia Mike en ese país, su lado posesivo y celoso no podía dejar que su esposa se quedara en España, empezaba a sospechar que algo pasaba mientras él no estaba.

Paulette para no levantar sospechas había aceptado pero por dentro se moría y a escondidas de su marido había llamado a sus padres para casi rogarles que por favor detuvieran esto, pero la avaricia los había cegado y hasta la amenazaron si decidía no irse con Mike.

Aún mas que todo lo anterior, le dolía todo lo que suceda con Rubén, ahora que le había confesando su "amor" o algo así, ya no podía quedarse para luchar, ya ni siquiera tenia las fuerzas para hacerlo.

– ¿Por que? - dijo Rubén cuando Paulette le hablo de la mudanza.

– Por negocios y... - suspiro - creo que es mejor así, Rubén. Tu mismo dijiste que esto jamás funcionaria.

Era increíble que Rubén no fuese capaz de hacer algo pero, ¿Qué sabia ella?

Una semana le quedaba para hacer algo si quería a Paulette a su lado pero lo que hizo fue desesperarse, llorar y beber como un loco, luego de su caos mental, se le ocurrió investigar a Mike.

Le parecía algo extraño que Mike no pudiese controlar su empresa desde un solo país, y lo que Rubén creía era que estaba huyendo. Primero Estados Unidos, luego España y ¿ahora Londres? Tanto dinero que este hombre puede poseer y ¿no tiene socios que le ayuden con esto? Era algo muy raro.

Rubén, utilizando sus conocimientos como hijo de grandes empresarios empezó a investigar las andanzas de Mike y su empresa, desde la universidad no lo hacia pero no se le dio nada mal: en un día se entero que Mike estaba haciendo cruzadas ilegales y su empresa estaba en pie gracias a sobornos. Aquello no era lo peor, era que su viaje a Londres con su esposa significaba que quería infiltrarla en negocios sucios: ella iría a la cárcel y el se limpiaría las manos en su matrimonio.

Rubén entro en pánico, solo hacia falta que ella firmara algún papel, tal vez siendo obligada y en un dos por tres estaría tras las rejas por muchos años. Tenia que impedirlo.

Como pudo supo a que hora y que día seria el vuelo de la pareja y fue en su búsqueda.

Era muy temprano en la mañana, aún la niebla vespertina cubría toda Madrid, pero aquello no era impedimento para que Mike y Paulette estuvieran a minutos de irse para siempre del país. Paulette estaba perdida en su mundo, sumida en una tristeza de la que no podría salir en años o tal vez nunca, miraba con tristeza las maletas que se hallaban a su lado mientras su esposo llamaba desesperado y un tanto enojado a alguno de sus socios.

Después de unos instantes, el vuelo a Londres fue anunciado y Mike sin poner atención a su prometida tomo algunas maletas de mala gana y se dirigió rápidamente a la sala donde abordarían. Paulette suspiro largamente y lo siguió sin mirar atrás.

Una mano fría y grande tomo la suya y su impresión fue tal que al girarse y ver de quien se trataba se quedo sin habla, el corazón dejo de palpitar. Era Rubén.

– Vamonos... - dijo Rubén. Se notaba un tanto asustado pero decidido.

– ¿Que...? - logro decir Paulette.

Mike noto que su esposa ya no lo seguía y se detuvo en seco, giro y lo que vio no le gusto para nada, le helo la sangre. El tipo del que tanto se hablo en años anteriores por un escándalo que había tenido lugar con Paulette, ahora la tomaba de las manos y la jalaba fuera de su alcance. Casi corrió hasta ellos y tomo a su mujer del brazo con fuerza, causándole algo de daño.

Just Sex [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora