IV

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- ¡Paulette! No puedes estar encerrada toda la vida en ese cuerpo tuyo... Es injusto que no lo disfrutes y no lo dejes disfrutar...

Rubén le gritaba desde fuera de su habitación mientras ella se miraba atentamente al espejo, sintiéndose un poco sucia y desinhibida. Débil ante un ser con su capacidad para seducir realmente al cien porciento.

Al parecer, Rubén dejo su puerta y se marcho. Paulette pudo respirar pero pensó en que Rubén se quedaría en la casa de su tía, asi que antes de acostarse a dormir, cerro con pestillo.

En la universidad se sentía invadida por miradas que realmente no estaban allí. Se sentía observada, acusada de hacer algo indebido. Típico de aquella chica correcta.

Afortunadamente no vio a Rubén en todo el día y conoció a la que seria su amiga, por ahora. Era antigua en la universidad y se llamaba Lucia, una chica que estudiaba leyes y derecho. Ya estaba por terminar.

Paulette estaba feliz de que había terminado el día sin las interrupciones de Rubén. Se quedo esperando afuera de su auto a Lucia y allí, justo enfrente de ella estaba Rubén. Sus dos amigotes le metían la lengua hasta la garganta a dos chicas con cuerpo de zorras y maquillaje barato. El abrazaba por la cintura a una rubia que le hablaba, pero el la miraba atentamente.

Instintivamente, Paulette bajo su mirada al bulto en sus pantalones el cual el masajeaba obscenamente, al mirarlo a los ojos noto una sonrisa burlona, luego tambien se unía al ritual de #MeterleLaLenguaHastaLaGargantaChallenge.

- ¿Qué pasa con ese? - le pregunto Lucia llegando de repente.

- Es grotesco, en serio... - murmuro subiendo al auto.

- ¿Rubén Doblas? Ja, es el don Juan de todos, las chicas se mueren por el y el ni bolas les para... Es todo un galan...

Paulette dejo a Lucia en su casa y se fue hasta la de su nueva socia, la tía de Rubén. Despues de hacer unos cuantos negocios con ella, se ducho y se vistió para entrenar un poco ballet en el salón de baile de la señora Michels.

Postrada ante un tubo, con una pierna completamente arriba, unas calentadoras, una licra y una falda transparente que dejaban que desear, Rubén la miraba atento, ante sus movimientos rígidos pero delicados.

- No sabia que hacías ballet.

La voz de Rubén formo un eco en todo el salón y Paulette se altero un poco.

- ¿Ah, no? - trato de parecer imperturbada - lo decía en mi post ¿o solo leíste que soy virgen?

- Algo asi - sonrió y se acerco a ella por detrás, deteniendo sus movimientos.

Paulette lo observo por el espejo sosteniendo su cintura, con el cabello despeinado y la corbata del uniforme desajustada. Le parecía tan atractivo y seductor que no sabia si resistiría.

- ¿Has pensado en lo que te he dicho? - le pregunto mordisqueando su cuello.

- Si... y-y me parece ridículo.

- ¿Por que? - pregunto rozando su pene en sus glúteos viendo la reacción de placer que le daba

- P-por que... Por que no quiero comprometerme de ese modo.

- Si nos gustamos... - rozo aun mas su pene y ella gimió.

- ¿En serio? Solo han pasado cinco días.

- Asi de rápido me has hecho caer...

Tomo uno de sus senos masajeándolo, viendo en el espejo como ella cerraba sus ojos, se sujetaba fuertemente del tubo y se arqueaba aun mas

Y Rubén se sorprendió cuando una de sus manos tomaron la suya que se hallaba en su cadera y la llevo hasta su feminidad. Rubén la masajeo por encima de la licra y ella soltó un gemido quebrándose un poco.

- ¿Ya se lo di-dijiste a la rubia con la que estaba contigo? - le dijo Paulette.

- ¿Estas celosa? Ella no es nada comparado contigo, cariño.

Sin piedad, la soltó por completo, haciendo que ella deseara mas y mas, ers un plan de Rubén.

- No cierres con pestillo tu habitacion... - le dijo Rubén con una sonrisa burlona.

Just Sex [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora