¿POR QUÉ A MÍ? •📖•

Capitulo 3

SOPHIA
 
Me despierto y miro que estoy en un cuarto que no conozco y lo primero que se me viene a la mente es ¿a que hora me quede dormida ayer? Ni idea.

Me levanto de la cama al baño. Cuando salgo del baño busco en las maletas, me meto a bañar, me lavo los dientes, me pongo un suéter amarillo que es lo único que utilizo para tapar mis c...brazos, y, lo único que hay en mi maleta aparte de pantalones y faldas. Agarro un pantalones azul y unos converse amarillos. Cuando terminó de vestirme bajo por las escaleras buscando la cocina.

La encuentro, entro y me puedo dar cuenta que ahí se encuentran todos. Bajo la vista de la  vergüenza que me da por lo que dijo ayer el chico ese, pues mentira no  es, porque si soy una intrusa.

Cuando entro todos me quedan viendo.

—Sophia, ven siéntate a desayunar con nosotros —Dice Ian señalando una silla.

Camino hasta la mesa y siento todas las miras sobre mí. Me estresa que no miren para otro lado.

—Buenos días —Murmuro con el ceño fruncido, sin ver a ninguno ni reflejar ni una pisca de sonrisa en mi cara. No me gusta agarrar confianza tan rápido con las personas.

—Buenos días —Responden todos al mismo tiempo.

—¿Como amaneciste, princesa? —Pregunta mi tío apenas me siento.

—Bien, tío y ¿usted? —Recordé lo que mamá siempre me dijo "la educación ante todo".

—Bien mi niña —Admiro mucho su amabilidad conmigo y eso que estoy invadiendo su casa.

Comenzamos a devorar la comida y cuando todos terminamos, mi tío carraspea la garganta y habla.

—Mi niña, mañana te incorporas al instituto, ya te matricule estarás con Óscar así que no estarás sola —Usa el tono delicado que solo he echado de ver que lo usa conmigo.

No me agrada para nada la idea de estar con Óscar pero ni modo. No tengo opción.

—Esta bien tío —Le digo tratando de ser amable con él ya que no se merece mi indiferencia y frialdad— Tío y el uniforme?

—Ya me encargué de eso, esta en el ropero de tu cuarto. Es una camisa blanca con el logo y una falda o buzo color vino. Cabe recalcar que el uniforme varia de color cada año.

—No sé hubiera molestado, yo hubiese podido comprar eso —Aunque gasté mis ahorros.

—No no, para nada, yo voy a costear todo. —Me da una sonrisita

—Si cambia de parecer, yo todavía puedo comprarme lo que me falte pero igual, muchas gracias —Le doy una sonrisa de boca cerrada.

—Esta bien, mi niña, si necesitas algo me dices. Otra cosa, por si te preguntas como vas a llegar al colegio, pues los chicos te llevaran.

—Esta bien —Respondo seria. No me quería ir con ellos pero ni modo no tengo de otra.

Después de hablar, pasó rápido la mañana, ya son las cinco y treinta minutos de la tarde.  Estoy en el cuarto tranquila sin ruido, como me gusta estar,  hasta que escuchó que tocan la puerta me siento en la cama para luego decir "pase". Entra el más pequeño de la casa.

—Hola, ¿cómo estas? —Me pregunta tímido, el chico menor del cual todavía desconozco su nombre.

—Hola, Bien  ¿tú? —Respondo seria. No puedo quitarme esta cara de ningún modo, ni por un niño.

—Bien  y...yo soy Eliecer, por si no te acuerdas de mí nombre —Me dice el agarrándose las manos y jugando con ellas. Nervios

—Que bueno y claro que me acordaba —Miento. Porque la verdad es que no me acordaba pero no le iba a decir eso—  y ¿Qué se te ofrece? —Le pregunté tratando de no sonar odiosa con él.

—Nada, sólo vine porque quería hablarte y conocerte —Dice muy nervioso.

—Claro ven siéntate hablemos —yo nunca soy así pero lo vi tan tímido que decidí hablar con él porque se que en algún momento estuve en su posición.

Pasaron las horas. Eliecer y yo pasamos hablando un buen rato es muy tierno y lo bueno no me preguntó ni hablo de cosas que me hicieran sentir mal o que me trajera esos recuerdos.

 

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SIGUIENTE DÍA.
 
No tenía ganas de madrugar pero debía hacerlo por las clases. Me bañé y busqué la ropa en el armario que ayer por la noche guardé antes de que llegara Eliecer a mi cuarto, me puse un suéter, (lo mismo de siempre) ya que no me gusta mostrar nada de mis brazos menos con mis c...tatuajes, si eso, me pongo con un pantalón y unas botas.

Bajó a la cocina a desayunar y todos se pusieron a conversar de diversas cosas mientras yo comía y escuchaba atentamente. Terminamos y agarramos rumbo al colegio.
 
Cuando llegamos al colegio que por cierto es inmenso, todos nos quedan viendo raro. Demasiado raro para mí gusto (si se preguntan ¿Como llegamos? y ¿En qué? Pues venimos en una Peugeot traveller o así escuché que se llamaba y que es de mi tío pero ellos sacan pecho con ella).

—¿Por qué los quedan viendo así? —Pregunto frunciendo el ceño. No me gusta que me queden viendo

—Somos muy conocidos aquí por nuestras notas, por papá y como venimos acompañados de ti—Susurra Ian

—¿De mí? —Se activa mi alerta de chisme en mi cerebro.

—No solemos llegar con chicas porque en la familia no hay de nuestra edad y no ha llegado la chica que nos ponga a besar el piso. —Tensa su cara.

—Buen dato —Murmuro viendo como cambia su semblante rápidamente forzando una sonrisa.

Llegamos a una mesa que se encuentra frente al comedor del recinto.

—Nenas —Les dice Ian a los dos chicos que están sentado en esa mesa.

—¿Que pasó maricon? Me extrañaste bebé —Le pregunta acercándose a tocarle la mejilla.

Ian le da un manotazo en la mano haciendo que el chico se ría.

—Y esta preciosura que traen con ustedes ¿Quién es? —Pregunta otro chico dándose cuenta de mi presencia.

—Ella es nuestra...—Óscar iba hablar pero le interrumpen el primer chico que hablado cuando llegamos a la mesa.

—Ya sé, es una más de esos cuadres que suelen traer cada semana ¿no? O miento —Se comienza a reír como foca ahogada. Parece que eso en su vocabulario de animal es chistoso.

—¿Pero que dices?...

 
 
Espero y lo hayan disfrutado, no olviden dejar su voto y comentario de que les está pareciendo.
¿Qué será lo que Sophia esconde detrás de esos suéteres? Tatuajes? A esa edad.
Quédate en el siguiente capitulo.
Esto cada vez se pone más bueno
Besos <3