¿POR QUÉ A MÍ? •📖•

Capitulo 46

Holaa.
Les informo que no subiré capitulo  además de éste por esta semana, ya que es mi última semana de vacaciones, quiero ir preparando capítulos e ir editando todos los capítulos que todavía tienen errores ortográficos .
Además que montare mi segunda novela dentro de poco ya que estoy preparando varios capítulos para que cuando suba no sea tanta la espera.
Bueno ahora si adelante y disfruten el capítulo.

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Yo se que él ahora está en problemas.

O eso creo.

Pablo lo quedo viendo muy molesto y desconcertado.

– ¿¡Qué te pasa!? – Hablo molesto y al mismo tiempo jalando su brazo para que Gian lo soltara.

– Señor y.... – Cuando iba hablar Pablo se acercó peligrosamente a Gian y lo agarró del cuello de la camisa.

–  A vos quién coño te dio permiso para meterte en esto – hablo serio y muy alterado.

– señor Escúchame yo me metí por su bien si ellos la mira con el pómulo inflamado o ella les dice que usted le pegó se puede meter a problemas y le van a quitar la custodia – dice esté muy rápido y haciéndolo entrar en razón para que no lo golpeará a él.

– En la próxima no te vuelvas a meter porque estás zorrita se lo merece y sabe que ella no puede ir a contar absolutamente nada de lo que pasa en esta casa – dice este soltando Gian y hablando más sereno

– Sí señor Prometo no volver a meterme – hablo acomodándose su ropa y caminando Hacia dónde estaba sentado antes

– Eso espero – dice esto para luego caminar y sentarse donde estaba anteriormente.

La chica de la cocina la cual se llama María me trajo mi desayuno a la mesa ya qué Pablo me había obligado a quedarme ahí y desayunar.

Empecé a comer Callada y con la mirada directamente en la comida.

– Sophia quiero que te controles que no me estés faltando el respeto y que no me tocas los putos  huevos porque sino para la próxima no estaré contemplando nada te voy a dar lo que te mereces por berrinchuda – Hablo esté muy serio poniendo La cuchara con la que estaba comiendo en el plató para prestarme total atención y mirarme con seriedad

Simplemente lo ignores me vale lo que puede hacerme él, qué más daño podría hacerme o al menos de todo lo que me ya me ha hecho.

Como no le respondí a lo que él me dijo prefirió no decir nada más sólo me quedo viendo con una cara demasiado seria.

Terminamos de desayunar y como no tenía nada que hacer en cuanto termine me fui directo a mi cuarto.

Me sentía cansada.

Mental y sentimental.

Me resiste en mi cama y luego no supe más nada de mi alrededor.

Me quedé dormida.

Escucho unos golpes en la puerta, pero en realidad el dueño me gana.

La siguen tocando pero no me da ganas de levantarme.