Romance a corto plazo.

Bésame.

Mientras veíamos las estrellas me acariciaba el pelo y me prometía entre sonrisas que esto no iba a acabar nunca.

***

Me dejó en la puerta de mi casa, me despedí con largo beso y hasta que no entré no se fue.

Llego a mi puerta y veo que está abierta, me imaginaba lo peor.

Pregunté que si había alguien y no hubo respuesta, pero escuché un ruido en mi habitación y me dirigí hacia ella en silencio...

***

Sergio me coge de las muñecas y me deja entre él y la pared.

Bésame. -dijo con la respiración alterada-.

Nunca, ¡suéltame! -me movía como loca pero no me soltaba-.

Empezó a besarme el cuello y yo no pude hacer nada para impedirlo.

Me miró a los ojos e inconscientemente le besé. Le besé como la primera vez, como si me fuese la vida en ello. Cerré los ojos y me dejé llevar, recordé el sabor de labios que me dejó antes de que desapareciera.

¿Qué haces aquí? -le pregunté con la respiración alterada-.

Quiero hacerte mía, vámos, túmbate.

Sergio me cogió de la cintura y me levantó en peso dejándome suavemente en la cama mientras me besaba.

No puedo hacer esto... tengo... ten... -no me dejaba terminar la frase-.

Me quitó la camiseta y empezó a besarme la barriga, notaba como mi sexo empezaba a humedecerse, no imaginaba que pudiera hacer esto.

¡BASTA YA! -me levanté poniéndome la camiseta-.

Déjate llevar Clara, es normal que estés nerviosa.

No estoy nerviosa, estoy cabreada contigo, no puedes hacerme esto y desaparecer de nuevo. -me temía lo peor-.

No voy a desaparecer, te lo prometo. Sólo quiero que seas mía, me he dado cuenta de que tú eres lo que necesito, mi puta droga. -me miraba-

Me miraba tan convencido que no terminaba de creerlo.

¿Y tu novia? -le pregunté bastante indignada-.

Eres tú, mi futura novia. -se dio la vuelta y empezó a reírse- ¿a que sí?

¡No, mi futuro novio es Alex! Quiero a Alex, por favor, no me hagas esto más difícil de lo que es. -dije casi llorando-.

Lo siento, no debería haberme ido. He vuelto y no me voy a ir, y si me voy te voy a llevar conmigo donde sea. -dijo mientras se acercaba más a mi-.

Terminó por tumbarme en la cama y volvió a quitarme la camiseta, esta vez no me negué, dejé que me lo hiciera, deseaba hacerlo y deseaba que fuese él.

Nos quedamos completamente desnudos, rozando piel con piel.

Sergio... -me temblaba la voz-.

Tranquila. -contestó rotundamente-.

No es eso... no es mi primera vez, se como va esto. Pero a lo que iba, ¿me prometes que no te vas a ir? -se quedó todo en silencio-.

Te lo prometo -dijo mientras su sexo entraba en el mío y me besaba-.

***

Llegó la mañana, me desperté y lo vi durmiendo a mi lado, me sentía bien y a la vez mal... pero es que Sergio es mi debilidad, en cambio Alex, no se lo que voy a hacer con él. Estoy hecha un lío.

No sé porqué he hecho esto, debería haberle echado y encima he hecho que me prometa que se quede...

Clara, eres enormemente gilipollas -me di golpes en la cabeza-.

Y esta gilipollas me encanta. -

Sergio me abrazó por detrás.