Enero.

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Me levanté a desayunar a las 13:00 pm. como de costumbre. No podía dormir por las noches con el run run en mi cabeza, que si Sergio, que si Alex...

Me preparé el desayuno, me duché y tiré hacia la calle con los auriculares y el móvil. Salí a correr, necesitaba ponerme en forma, tantas rayadas me han dejado secuelas.

Me encontré con el nuevo director del instituto, también salía a correr. Era la situación más incómoda que existe, decidió seguirme en el trayecto que recorría cuando salía.

Se puso a mi lado y empezó a hacer una serie de preguntas, tuve que quitarme los auriculares y parar la música para poder contestarle.

Y bien, ¿tienes ganas de volver a clase?

¿¡PERO QUE CLASE DE PREGUNTA ES ESA!?

No. -le contesté siendo sincera y con un tono seco-.

Vaya... me lo imaginaba.

Y SE RÍE, NO LO ENTIENDO.

Perdoname, tengo prisa, vuelvo a casa -le dije tímidamente-.

¿Quieres que te acompañe? -se ofreció sonriente-.

No podía decirle que no con esa sonrisa.. Claro, ¿por qué no?

¿Por qué no? Porque quieres alejarte de él, imbécil que eres.

Volvimos caminando hacia mi casa, estuvimos hablando un buen rato sobre el instituto hasta que me pregunta por los novios, ¿a él que le interesa? Me acordé de Sergio y empecé a caminar cabizbaja...

Mira, esa es mi casa, gracias por la compañía, ¡a ver si nos encontramos por ahí! -dije cortante-.
No dejé que se despidiera. Necesitaba estar a solas.

*toc toc toc*

Clara, te dejo mi número por si te interesa quedar o algo, ¡hasta luego!

El número del director del instituto...

Romance a corto plazo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora