Romance a corto plazo.

¿Es bueno volver con mi ex?

Llegó la mañana, recordé que Alex estaba mal así que me vestí y fui directa a su casa.

Sabía donde vivía porque estuvimos juntos durante un año casi dos.

Sonreía por la calle al recordar todos los momentos que pasamos, no recuerdo porqué lo dejé, tampoco sé si le quise de verdad. Me preocupaba bastante lo que le pudiera pasar, me dí prisa para llegar antes y así quitarme la duda de encima.

***

*toc toc toc*

Toqué la puerta y no abría nadie. Volví a tocar y me abrió él, despeinado, con ese pijama que se le ajustaba en la cintura, tan sexy... Las mangas remangadas y esos ojos tan brillantes. Sin darme cuenta mordí los labios bastante fuerte, ví que me miraba riéndose y dejé de hacerlo rapidamente, en un movimiento brusco, me hice sangre.

Déjame que te cure la herida -dijo él bastante preocupado-

Pero si es una herida sin importancia -le dije riendome- será mejor que pase, tenemos que hablar.

En ese momento ví como Alex se ponía rojo y empezó a temblar, esos signos de estar nervioso no habian cambiado, estar con él me recordaba cuando eramos pequeños, cuando nos reíamos por tonterías y jugabamos a ser novios.

Que al final acabó siendo verdad.

***

Me ofreció bebida y estuvimos hablamos para tranquilizar los nervios antes de ponerse con el tema serio.

Te echo de menos Clara, no sabes cuanto he pensado en ti, en todo lo que hemos pasado, quiero estar contigo de nuevo, dame una oportunidad por favor, quiero que veas que he cambiado. Llevas días mal y quiero que estés bien, que seas feliz... conmigo. Voy a hacerte sentir bien, vas a ser la niña de mis ojos siempre, aunque ya lo has sido, esto no me lo he preparado, estoy yendo al pie de lo que dicta mi corazón. Quiero dartelo todo.

Le brillaban los ojos cuando me dijo eso, yo noté mariposas en el estómago y se me escapó alguna que otra lágrima de la emoción.

Alex, gracias por estar en mi vida, por todos los momentos que hemos pasado pero ya sabes como soy... necesito libertad, no sé si podré serte fiel, en estos años he cambiado y no sé mantener una relación, te haría daño... -le dije cabizbaja-.

Tú te mereces ser feliz y quiero que lo seas conmigo, por favor, intentemoslo de nuevo, te prometo que no voy a fallar en nada. Vamonos hoy ha cenar fuera y dejame demostrarte que el antiguo Alejandro Martínez no está, que ahora soy el actual Alex, el que te quiere de verdad y el que nunca ha dejado de hacerlo, por favor... dame una oportunidad. -mientras me decía eso, me cogió de las manos y me miraba a los ojos-.

Está bien, esta noche a las 23:00. -sonreí-

¡¡Iré a recogerte, no te arrepentirás!! -dijo casi chillando de la emoción-.

Era hora de irme, me sentía bien, me sentía querida de nuevo y creo que esta vez iba a ser de verdad, de estas relaciones que duran toda la vida o casi toda.

Me acompaño a la puerta, nos miramos a los ojos en silencio, se acercaba lentamente y antes de que pudieta darme el beso, abrí la puerta, le sonreí y me despedí de él con la mano.

Esta noche prometía y tenía que ponerme guapa, no tenía nada que ponerme así que fui a comprarme algún vestidito sencillo.