Cuento 5: Amor Pirata

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Jonghyun busca el tesoro de la sirena azul. ¿Hallará algo más en su camino?

Pd: no sé si sea cuento para este apartado. Pero se conecta con otra historia.

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Los pobladores de la isla de los delfines se encontraban ocupados realizando sus tareas del día a día. Un clima soleado los acompañaba en aquella mañana llena de quehaceres, y la aparente movilidad caótica era en realidad un armonioso ir y venir de personas que sabían exactamente qué debían hacer y cómo debían hacerlo. Pero aquella paz fue interrumpida por un grito. La palabra entró por los oídos de cada uno de los pobladores y, como si los hubiese petrificado, las personas que allí había se detuvieron. Llegaron fue el vocablo elegido para causar aquel impacto. El miedo, la emoción y la curiosidad hizo que la gente se moviera en bloque hacia donde una nave estaba desembarcando.

Aquella bandera negra, izada en lo alto del mástil, era lo que más atemorizaba a los navegantes que se aventuraban a cruzar los mares. En la cima, la tela negra flameaba y dejaba ver una gran calavera blanca en el centro, la clara señal  de que aquel barco era propiedad de unos piratas. La tripulación comenzó a salir de la nave. Mujeres y hombres descendieron con un rostro hostil, mientras la gente los aplaudía y los invitaba con productos de la tierra. Los lugareños observaban los rasguños que cada integrante de la tripulación poseía y se preguntaban a qué barco habrían atacado, qué aventuras podían haber vivido, cómo se habían lastimado.

El pueblo era muy entusiasta con sus piratas. A decir verdad, la tripulación casi nunca tocaba tierra, pero, cuando lo hacían, siempre traían parte de los tesoros que recolectaban para ayudar a la isla. Eran cuervos salvajes y hambrientos de cada mísero barco que se atreviera a pasar por su camino, amantes del peligro, grandes creadores de conflictos sin sentido que les permitieran generar batallas, ladrones natos y fríos de corazón. Pero, más allá de todas estas características no gratas, siempre volvían a la isla y entregaban parte de su botín, escuchaban cada una de las historias de los pobladores y, a veces, hasta comentaban en pocas palabras alguna aventura. Lo que sí hacían, y de un modo alarmante, era beber cada noche que se quedaban en el pueblo, se emborrachaban hasta perder la consciencia. Los pueblerinos amaban entregarles a sus piratas el mejor alcohol que tenían, y estos, aunque nunca lo mencionaban, se sentían a gusto con eso.

Todos habían quedado expectantes esperando al capitán, el hombre que podía hacer temblar a cualquiera con solo pronunciar su nombre, un pirata despiadado y cruel, que podía destruir un barco sin siquiera intentarlo, un hombre que era la pesadilla de cualquier persona que quisiera atravesar el mar. Ese hombre era Kim Jonghyun. El capitán bajó de la nave y las personas se abrieron paso, ninguna emitió palabra alguna, parecía que contenían el aliento.

Jonghyun era un hombre de unos veinticinco años, y, siendo tan joven, había recorrido casi todo el territorio azul. Su rostro con pequeñas cicatrices despertaba los suspiros de todas las personas que lo miraban. Era un poco bajo de estatura, pero fornido. Su mirada era tan penetrante que podía hacer flaquear a cualquiera que se atreviera a mirarlo a los ojos, podía hacer que alguien cambiara alguna decisión que hubiese tomado luego de meditarlo y creer que eso era lo correcto. Este joven pirata no lucía como los viejos de barba a los que estaba acostumbrado el mar. Era un hombre de rostro lampiño, de piel un poco tostada por el sol de altamar que le daba una impresión de juventud, ojos color café y facciones firmes. Su indumentaria constaba de una casaca roja, una camisa blanca que le marcaba su torso, pantalones negros y un par de bota completaban su atuendo.

El hombre de la mirada fría bajó hacia la isla ante la contemplación curiosa y maravillada de todos, asentía con la cabeza en forma de saludo solemne, y todos respondían del mismo modo. Lo respetaban y admiraban, ansiaban ser como él, pero a él, simplemente, eso le daba igual.

Cuentos cálidos para corazones fríos [Jongkey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora