Cuentos cálidos para corazones fríos [Jongkey]

Cuento 13: El universo y la confianza

¿Te has puesto a pensar en tu primer amor? Solemos recordarlo con el fuego se la juventud recorriendo cada parte de nuestro cuerpo, eso le ha sucedido a Kibum.

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El viento sopla con fuerza y mueve las hojas del árbol que está frente a la casa de Kibum. Las nubes grises anuncian que en pocos momentos la lluvia comenzará a caer sin que nadie pueda evitarlo. La taza de café que está en las manos del hombre de cabellos negros le transmite cierta calidez a sus extremidades. Observa cómo el vapor se escapa del líquido antes de soplar y beber un poco. Piensa que esa mañana de martes será más tranquila de lo que esperaba.

El ruido de una motocicleta rompe la serenidad de la mañana, y el hombre de la casa ve como las cabelleras de dos jóvenes se mueven por la velocidad que llevan, gritan de júbilo y avanzan por la calle hasta que el hombre del café las pierde de vista. Se sonríe pensando en que es muy temprano para tanta energía, aunque recuerda que están de vacaciones y que la edad las respalda. ¿Qué se sentía ser joven? Acaricia sus manos entrelazadas que sostienen el café y se plantea una serie de preguntas sin respuesta.

Suspira. Se le escapa el aliento. Siente el tintineo de su mano con su taza, ve un anillo allí. Sonríe pues la juventud siempre le trae los recuerdos de él a su memoria. Y así como sucede muchas veces, se encuentra recordando con nostalgia el pasado: las locuras que se atrevió a hacer y las que no, las fiestas, las noches de película en casa, y cada una de ellas le recuerda a su amor de los tiempos de la juventud.

Se encuentra recordando aquella blanca sonrisa y esos ojos con un color que no puede describir. La música suena fuerte, las luces cambian de color constantemente, pero dejan un poco de oscuridad para perderse en ella. El muchacho se disculpa por haberlo empujado, o eso cree, no recuerda, porque se ha perdido mirando su rostro.

-¿Te encuentras bien?

La pregunta del otro lo sacude un poco sacándolo del trance y asiente reiteradas veces con su cabeza, lo que hace que el otro le sonría.

-¿Ibas a pedir algo en la barra?

El desconocido apunta con su cabeza hacia delante, Kibum había olvidado que venía por unas cervezas para él y Jinki. Asiente nuevamente y voltea para pedir dos cervezas.

-¿Vienes acompañado? -preguntó Kibum sin voltear.

-No realmente.

Kibum siente que el otro se le pega a la espalda porque la gente se mueve para todos lados en el lugar. El tipo del bar le da las botellas a Kibum y voltea quedando frente a frente con el otro.

-¿Cómo que "no realmente"?

-Vengo solo. ¿Y tú?

-Estoy con un amigo... No sé dónde está.

-Te ayudo a buscarlo, ¿cómo es?

Kibum le hace una descripción física de Jinki y el otro anota mentalmente cada aspecto para dar con el paradero del amigo del recientemente conocido. Al avanzar, Kibum siente que el otro se mueve con él, y eso, lejos de incomodarlo, le gusta. Siente que la mano del otro se apoya en su espalda cuando pasa mucha gente, para evitar perderse en el camino.

-Creo que tu amigo ya no necesita esa cerveza- Jonghyun se ha acercado a su oído y le señala a un muchacho que está muy acaramelado con una chica.

-¡Qué maldito! Me dijo que hoy nada de abandonarnos por otra persona. ¿Sabes? Te la ganaste. -Kibum le extiende una botella y le da un sorbo a la que tiene en la mano.

-Me gusta este regalo... disculpa, ¿puedo saber tu nombre?

Kibum se acercó a su oído a decirle su nombre cuando la música y la gente aumentó el volumen de la noche. El otro se acerca al oído y le deposita su nombre allí, al le recorre la electricidad por el cuerpo.