18 años.
Si, sigo vivo.
¿Recuerdan mi libretita de ideas?
Pues...
2; tragarme la semilla de un aguacate.
Tachado porque no cabía en mi boca y no quise salir a buscar otra más pequeña.3; lanzarme al río.
Tachado porque un policía iba pasando, me vio y "me salvó".4; meter un cable de alta tensión en el agua.
Tachado.Jenni me ayudó a conseguirlo, le dije que me acompañara a la bañera y pues me metí, ella conecto el cable y me lo pasó pero dice que solo salte como un pescado fuera del agua y nada más.5; asfixiarme con una bolsa.
Tachado porque tenía un par de hoyos hechos por las ratas y mi mamá me descubrió, la convencí de que era parte de un proyecto de la escuela en el cual teníamos que investigar "a fondo" el plástico, estaba un poco borracha así que me creyo.6; meter un tenedor al tomacorrientes.
Veeeeeerga eso sí que fue otra onda, creí que estaba bailando popping o algo así, incluso me dieron ganas de poner reggaeton del viejo antes de morir....no morí pero pasó algo muy extraño.Perdí la razón y sentí mi cuerpo caer al suelo y todo se tornó negro.
Cuando abrí los ojos estaba en un salón con muchas sillas como las que ponen en el hospital para que esperes, adelante de mi iba mucha gente que cambiaba al asiento de adelante cuando alguien más pasaba, algunos lloraban, otros fumaban, otros reían, habían muchos con moretes en su rostro y otros con sangre en su ropa e incluso habían bebés.
No sabía qué hacer así que me senté e imite lo que los demás hacían, al avanzar un poco me di cuenta de que entraban a un cuarto, cuando salían tenían un papel en mano y caminaban hasta llegar al final del pasillo, un vigilante revisaba ese papel, lo desechaba y abría la puerta.
¿Que estaba pasanda?
Ese sueño fue muy pero muy raro, todo se sentía tan real.
Cuando ya era mi turno de entrar, algo gigantesco apareció frente a mi...
—Hazte pa ya wey, quiero pasar— dije sin levantar la mirada.
Un momento después logré identificar a esa cosa, parpadee repetidas veces y froté mis ojos, me di una cachetada, me pellizque el brazo y seguía dormido.
Una túnica negra con capucha, una mano huesuda, una gran guadaña. Parado frente a mi.
Ni siquiera fumo marihuana para estar alusinando a tal magnitud.
Era la muerte. Abrí mis ojos de par en par y luego solté una risa, es que eso era ridículo, que sueño más estúpido.
—A ver— dije juguetón y levanté su túnica de la parte de abajo, me asusté un poco al ver sus huesos pero luego me dió risa— Ay pero mira que piernitas.
Con una palmada— que me dolió porque era puro hueso y no el de Billy y Mandy— bajó su túnica y... ¿Me miró? Ay, no sé porque solo tenía dos grandes huecos. El asunto es que todos en la fila empezaron a quejarse porque querían pasar.
—Sígueme— ordenó con una voz muy profunda a lo que deduje que era hombre y yo sin protestar lo obedecí.
—Óyeme yo había soñado con el diablo bailando en calzones pero nunca con la muerte— dije incrédulo mientras caminabamos a través de un largo pasillo.
Llegamos a una puerta y él la abrió, entramos y...
Póker face.
Habían sillones muy ordenados, color rosita por cierto, una mesa de madera a la altura de ellos y al frente un televisor.
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Hola, Muerte (EDITANDO)
HumorMateo Galván es un chico universitario de 20 años, se puede describir fácilmente como un pesimista, aborrece la vida, a veces lo ves hablando solo y su madre es muy popular por ser divertida y fiestera. Para el la vida es una delgada cuerda que quie...