10.

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—¡Suputamadre una cucaracha!— grité mientras salía corriendo de mi cuarto.

—Marica...espera, ¿Le tienes miedo a una cucaracha y no a La Muerte?— preguntó mientras flotaba a mi lado.

—En mi defensa, tú eres muy pasiva y las cucarachas...esas cosas las ves un momento y luego ya no porque vuelan— digo con mi puño cerrado.

—Pero yo también vuelo estúpido— recalcó.

—Pero no eres una cucaracha.

—¿En serio no te doy miedo?— preguntó alzando una ceja.

—Para nada— me cruzo de brazos.

—¡Waaa!— gritó mientras los huesos de su cara de estiraban hasta llegar al piso y de sus ojos salía fuego.

—Ah, me asustaste— dije sarcásticamente.

—Pinchi vato estúpido— se quejó— mira, una cucaracha— señaló mis pies.

—¡AHHH!— di saltos alrededor para darme cuenta de que en realidad no había nada.

—¿No irás a la universidad?— preguntó ya que era un lunes por la mañana y yo seguía en pijama.

—Hablando de eso... reprobé inglish— respondí rascando mi nuca.

—Caracoleishon.

—¿No puedes ayudarme?

—¿Parezco padrino mágico?— preguntó poniendo la mano en su cadera

—Creo que seducire a la profe para que me pase la materia— dije pensándolo seriamente.

—Ni Batman es tan oscuro como tus intenciones.

—¿Tienes una mejor idea?

—Deberías tratar de seducir a la profe para que te pase la materia.

—Es lo mismo que dije hace un momento.

—Exacto— me respondió.

—...

—...

—JAJAJAJAJAJAJAJA

—JAJAJAJAJAJAJAJA.

—Manos a la obra— dije y fuí a mi cuarto, me vestí de la mejor manera que pude.

—Osea una camisa blanca y un blue jean.

—Exacto— me puse colonia de la marca Calvin Klein.

—Que yo te conseguí.

—Si si, cállate.

Y tomé el transporte para llegar a la universidad, conocía el horario y sabía muy bien que a esta hora la clase de inglés ya ha terminado, pero la profe siempre se quedaba en el salón.

—¡Teacher!— grité de forma entusiasta mientras entraba y cerré la puerta.

—¿Mateo? ¿Me podría decir la causa de su inasistencia?— preguntó un poco asustada.

—No no, Clarice, shh— me acerque a ella y me senté en el escritorio, quité el bolígrafo de su mano y lo puse en sus labios para que callara.

—¿Qué cree que está haciendo?— se levanta abruptamente.

—Yo seré el 'To' y tu serás el "be" y juntos seremos el verbo 'To be'— dije con una voz sensual.

Unos minutos después.

Hola, Muerte (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora