—“Oh Cecilia dueña de mi vida,
¿Por qué no posas tus negros ojos sobre este hombre que lo único que ha hecho es amarte?
Mírame y ámame,
Mírame y bésame,
Mírame y...—Cogeme.
—Cogeme— dije luego de que la muerte me confundiera susurrando eso en mi oído y la chica frente a mí empezó a reír al igual que los demás, aclaré mi garganta y miré hacia otro lado.
—“¿No entiendes?
No puedo, yo a otro hombre deseo,
Otro enciende mis llamas,
Otro calma mis aguas,
Otro...—Me coge— La Muerte se puso del lado de ella y susurró eso, qué bueno que solo yo puedo escucharlo.
—Me coge— terminó de decir la chica y se sorprendió ella misma y la muerte reía a carcajadas y daba saltitos.
—Chicos, el sentimiento está bien pero no agreguen cosas al guión— nos señalo la maestra— pueden tomar un descanso— nos indico y yo me dirigí a la mesa donde estaban las botellas con agua.
—¿No tienes nada que hacer?— pregunté en voz baja.
—Casi nadie muere aquí, es aburrido— respondió con su mano sosteniendo su mentón.
—Yo quiero morir pero no me dejan— dije llevando la botella a mi boca.
—Nadie te quiere, huacala— agitó sus manos huesudas y recibió una llamada— ¡¿Qué?!— preguntó exaltado y yo escupí el agua— No...esto no puede ser...— colgó y dejó caer su mano.
—¿Que pasa?— le pregunté preocupado.
—Weon— me sujetó los hombros y me sacudió— Lolita, la reina de la cocina.
—¿La de las empanadas?
—Si esa... murió— dijo trágicamente y una nube se formó sobre su cabeza y empezó a llover.
—¿No es algo bueno?— pregunté confundido— osea ya murió y tú eres la muerte, podrás conocerla— lo alente.
—A ti ni un cardiólogo puede ayudarte porque no tienes corazón— me dijo llevando sus manos a sus caderas.
—No entiendo porque no estás feliz.
—Ya no subirá más recetas a YouTube.
—Ah, hay más canales de cocina.
—Pero Lolita era diferente, la manera en la que decía "batan los huevos" era celestial— entrelazó sus dedos mientras miraba hacia arriba— verga, que feo tener ganas de matarte cuando eres La Muerte.
—Oye cálmate— puse mi mano en su hombro.
—Solo estoy tomando agua— me respondió un chico a mi lado que veía mi mano en el aire confundido y la bajé.
—Mmm si, toma agua más despacio porque sino no podrás aplaudir bien.
—Oh si, tienes razón— me dijo apresurado y empezó a correr y se cayó.
—Que pendejo— dijo La Muerte mientras se reía de él.
—¿Ya se te pasó?
—¿El que?
—La muerte de Lolita— le recordé y desapareció y yo volví a integrarme al grupo.
—Mateo, ¿Te sientes bien?— preguntó la maestra palpando mi frente.
—Si— me aparté confundido.
—Es que mientras estabas allá parado te vi temblar—me dijo preocupada.
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Hola, Muerte (EDITANDO)
MizahMateo Galván es un chico universitario de 20 años, se puede describir fácilmente como un pesimista, aborrece la vida, a veces lo ves hablando solo y su madre es muy popular por ser divertida y fiestera. Para el la vida es una delgada cuerda que quie...