*Alex*
Después de mi plática con Kerel, me quedé sentado viendo hacia la nada, sólo imaginaba cosas, me veía a mí con ella, amándola de la misma manera en que lo hago, pero si todo esto no hubiera pasado, si estos mugres poderes nunca hubieran aparecido en nuestras vidas. Aunque por la manera en la que reaccioné cuando me enteré de lo que ella sentía creo que tal vez no hubiera acabado bien. Viniendo aquí tampoco acabó del todo bien, pero eso por una parte, porque por otra, por fin pude ver lo que yo en verdad sentía, y se lo pude decir, y se lo demostré. Y ahora pienso: si tan sólo no la hubiera tenido que dejar... Llegando a eso ya no puedo aguantar sin una lágrima, sólo que yo a diferencia de ella, sufro en silencio, al menos por ahora.
Con mis lágrimas, recuerdo las de ella, recuerdo las mil veces que nos miramos en estos últimos días y como mi corazón brincaba, o como sentía que me iba a morir cuando le daban ataques o simplemente ella estaba triste. Cuando la besé, la forma en la que ella me abrazaba, y sus caricias... Ay, ya tengo que parar, enserio, no puedo seguir así.
Por primera vez, decido salir de la cabaña, espero que así me distraiga. Aunque apenas pongo un pie afuera Kerel ya está gritándome.
—¡¿Pero qué hace?! ¡¿Tiene idea de los peligros que hay en este bosque?!
—Rayos, si sólo acabo de salir de su casa, ¡nada más! ¿Sabe? Me encantaría ir a respirar.
—¡Pero si puede respirar perfectamente adentro de la casa! ¡No tiene por qué salir y exponerse!
—¡Sólo una caminata! ¡Por favor! ¿Tiene idea de lo que es quedarse ahí adentro sin nada qué hacer sufriendo con mis propios pensamientos?
—Ay bueno, cálmese, pero yo lo acompaño.
—Pfff, bueno. Gracias. —al menos este viejo ya me dejo salir, bueno, eso sonó medio feo, ¡pero es que no puede ser! ¡¿Cómo no voy a enloquecer con este tipo que aparte está medio loco?!
Empiezo a caminar alrededor de la casa, por fuera se ve que es una estancia bastante agradable, incluso hay algunas macetas con flores, y sale humo por el conducto de la chimenea... ¿Qué?
—¿Esta cosa tiene chimenea? —pregunto desconcertado.
—Claro. ¿No la vio?
—No. —contesto negando con la cabeza.
—¿Ha pensado sobre lo que le dije?
—¿De... la fuerza más poderosa?
—Sí.
—Pues sí lo he pensado, me parece sólo un poco extraño, aunque... bueno, sí creo que el amor lo pueda vencer todo, pero no me imaginaba hasta donde nos podía proteger a nosotros.
—¿No creía que ella lo quisiera tanto?
—No es eso exactamente, es, otra cosa... no sé cómo explicarlo.
—El amor en sí es algo que no tiene explicación, no tiene por qué preocuparse por eso. Sólo debe saber que aunque no lo crea, lo que ustedes dos tienen realmente es amor.
—Pero me fui, ¿ella... me odiará? — ¿cómo acabe hablando de esto con él? Bueno, la verdad es que hasta eso, es "cómodo" hablar así, vaya, ojalá pudiera hablar con Phil, me distraería bastante...
—Tal vez podría odiarlo, pero nunca lo dejará de querer, pregúnteselo y verá.
—¿Y si fuera mentira?
—Usted lo sentiría.
—¿Y cómo la voy a volver a ver? El hechizo sigue y, la verdad ya no sé si sea seguro que aunque el hechizo desaparezca yo vuelva, tal vez esté más segura sin mí en general.
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Los Poderes Ocultos 1 - El anillo de tortuga (primera versión)
FantasyAnnie y Alex, los mejores amigos del alma se enfrentan a perderse por sus respectivas emociones, pero quizá una fuerza sobrenatural mucho mayor pueda volver a unirlos. El camino no será fácil, ambos sufrirán y no saben si todo saldrá bien, pero no l...